Vive y deja morir de Guy Hamilton es un film de aventuras y acción basado en el famoso espía ficticio de MI6 James Bond, que en esta ocasión investiga una red de tráfico de drogas tras ser asesinados en extrañas circunstancias 3 compañeros suyos. Dirigida con un ritmo dinámico y con un estilo habitual del Bond Roger Moore aunque no es de las mejores de este, es una obra con momentos atractivos y emocionantes que gustan ver y se disfrutan aunque el resto de la trama tiene altibajos y no logra enganchar al público todo el rato, concluyendo un film cumplidor de 007 pero no destacable dentro de su filmografía.
La fotografía es evocadora de cada lugar gracias a una labor idónea y competente que tiene escenas desconcertantes por su violencia en la acción, logrando una labor apasionante que está repleta de matices y hace buen uso de los claroscuros. La música es alusiva de la saga y tiene sonidos variados y rítmicos que llena de melodías agradables el film por un lado y por otro es inquietante y arrolladora en un sutil acompañamiento musical. Los planos y movimientos de cámara consuman una dinámica tarea técnica mediante el uso de la cámara en mano, seguimiento, avanti, retroceso, panorámicos, reconocimiento, aéreos, subjetivos, detalles, primera persona y generales bien elaborados que sacan lo mejor de la acción y las interpretaciones. Cabe señalar también, los efectos visuales sorprendentes y admirables para la época que añaden emoción al film.
Las actuaciones son acertadas y convincentes para lo que ofrece la película. Como protagonista absoluto Roger Moore está genuino y persuasivo en su línea de James Bond habitual, siendo certeros los acompañamientos de Yaphet Kotto, Jane Seymour, Clifton James, Julius W. Harris, Geofrey Holder, Bernard Lee y Lois Maxwell entre otros. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones elegantes e impolutos por un lado y más comunes y sugerentes del personaje por otro en una buena labor que junto con los decorados y exteriores te transportan in situ.
El guion, escrito por Tom Mankiewicz y basado en el personaje de Ian Fleming, tiene altibajos en su trama, ya que en ocasiones mantiene al público pegado al asiento pero en otras permite que se relaje al ser más relleno que otra cosa, hilando con ello un digno film que no brilla pero que al menos mantiene en algunos aspectos el nivel de la saga de James Bond. Esto se lleva a cabo con una narrativa insinuante y conspiradora para añadir intriga al film con tono sugerente y desde luego impecable, sin faltar por supuesto los diálogos sarcásticos y burlones al más puro estilo del Bond de Roger Moore. Cabe destacar también, el montaje seguido y acompasado que mete buena historia en dos horas de duración.
Para finalizar, la considero una obra decente y llamativa en la acción y persecuciones que gustará a los seguidores del género y de Bond aunque no sea de las más remarcables, ya que el primer film de Roger Moore sigue su carisma habitual pero la trama no tiene todo el rato al público absorto. Recomendable por su dirección, actuaciones, fotografía, música, montaje, efectos, movimientos de cámara, vestuarios y narrativa que convierten a Vive y deja morir, en un film con ciertos detalles mencionables pero que no es de los imprescindibles de la saga.