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Voto de Elcinederamon:
7
Drama Weronika vive en Polonia y tiene una brillante carrera como cantante, pero padece una grave dolencia cardíaca. En Francia, a más de mil kilómetros, vive Véronique, otra joven idéntica que guarda muchas similitudes vitales con ella, como su enfermedad y su gran pasión por la música. Ambas, a pesar de la distancia y de no tener aparentemente ninguna relación, son capaces de sentir que no están solas. (FILMAFFINITY)
6 de diciembre de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La doble vida de Verónica de Krzysztof Kieslowski es un drama sobre dos mujeres idénticas que viven en distintos países y tienen en común varias cosas y en particular la música. Dirigida con un ritmo sosegado y con el estilo íntimo y profundo del director, es una obra de difícil comprensión que vuelve a tener todos los componentes habituales que el cineasta usa para sus films, manteniendo expectante al cinéfilo más exigente buscador de nuevos dramas que le hagan reflexionar y buscar respuestas a enigmas del film, concluyendo una de sus películas más destacables. Realizada de modo soberbio tiene un resultado perspicaz que cautiva a todos sus seguidores.
La fotografía hace gran uso de los claroscuros y está repleta de matices muy cuidados, concluyendo un espléndido trabajo que es bello en particular al emplear la luz tenue para mostrar a sus personajes. La música es melódica y clásica, ya que sus sonidos hipnóticos llenan de armonías el film e inspiran en una recóndita labor que añade emotividad y confort, además de una sensación de tristeza que embadurna todo el film y saca a relucir de nuevo el ficticio compositor holandés Van den Budenmayer. Los planos y movimientos de cámara consuman un trabajo muy personal que usa sobre todo la cámara en mano y los primerísimos planos para mostrar la humanidad de los personajes, pero también el seguimiento, steadycam, subjetivos, detalles, avanti y generales que sacan lo mejor del film.
Las actuaciones son recónditas y convincentes. Como protagonista Iréne Jacob está impecable y profunda en su labor, siendo notables los acompañamientos de Halina Gryglaszewska, Kalina Jedrusik, Aleksander Bardini, Philippe Volter, Jan Sterninski y Jerzy Gudejko entre otros. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios elegantes pero comunes a los distintos personajes y que, junto con los sobrios y pertinentes decorados, te transportan in situ en una correcta labor.
El guion, escrito por el director junto con Krzysztof Piesiewicz, es algo confuso y de difícil seguimiento y por tanto requiere un sobreesfuerzo por parte del espectador que eso sí, una vez más, queda absorto con los geniales detalles que el director mete en sus films y por la enorme calidad cinematográfica que tienen sus películas, ya que se centra en el cine para plasmar arte y no un entretenimiento más, concluyendo así, uno de sus mejores films. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off afable y cariñosa al principio y después otra sugerente y equilibrada que exhibe la desilusión de la protagonista.
Concluyendo, la considero una de las cintas inmortales y esenciales en la filmografía del director, por sacar una vez más a la palestra un film personal que requiere la total atención del espectador y quizás incluso su posterior documentación para terminar de comprender una obra tan subjetiva y personal que no es fácil de asimilar. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, planos, movimientos de cámara y narrativa que hacen de La doble vida de Verónica, un film recóndito y profundo solo apto para los seguidores del director y los cinéfilos exigentes amantes de los films que te hacen cavilar en profundidad.
Elcinederamon
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