Hola

Esa casa es lo más parecido al infierno.
Kal Maden, celoso patológico, pederasta, hazmerreir de esa sociedad opresiva del sur profundo, decadente hasta la médula, ha “comprado” a Baby Doll y quiere carne, su expresión de salido, su mera presencia, produce repulsión.
Baby Doll, no me extraña que no quiera crecer, se la entiende muy bien, demasiado buena es.
El Forastero, quiere justicia o venganza porqué le han quemado el tinglado y lo tiene todo en contra, es valiente, va a utilizar a Baby Doll para sus fines, pero nos aparece como un tipejo esbelto, una especie de casanova sin escrúpulos, no se sabe capaz de qué, hasta el último momento.
Todo es ambiguo, cargado de sexualidad, de suciedad, los negros desdentados que aparecen de vez en cuando para reforzar la fealdad.
Desconcertante película, no he podido encajarla, lo que si se, es que en ese ambiente no quisiera y quiero pensar que no podría vivir ni un solo día, es el infierno en la tierra.
Como en la gata sobre tejado de zinc o en un tranvía llamado deseo, otra vuelta de tuerca a las tortuosas relaciones de pareja.
Supongo que algo esa locura hay en la familia.
Da que pensar.

Saludos