Los años 80 fueron, sin duda, la mejor época que vivió la fantasía. Fue la década en la que empezaron a llevarse al cine grandes mundos épicos como el de "Conan el Bárbaro", "Willow" o "El Señor de los Anillos", aunque esta sea de finales de los 70. Se podría decir que, a este respecto, los 80 fueron la "Era de la Maravilla". Y "Cristal Oscuro" es una muestra de la gran imaginación que imperaba en la época y que, por desgracia, hoy en día parece haberse perdido.

"Cristal Oscuro" es una película que, pase lo que pase, nunca dejará indiferente a nadie. Lo primero que llama la atención es descubrir que no cuenta con unos personajes que nos resulten familiares. No vamos a encontrar elfos, enanos, duendes, orcos o trasgos. Es más, ni siquiera vamos a encontrar seres humanos. La ambición de esta película fue tal que para llevarla a cabo se crearon mundos nuevos, razas nuevas, mitologías nuevas... Es un mundo diferente a todos los demás, un mundo por descubrir. Un mundo que nos legó el gran Jim Henson, ese mago de los títeres que, al igual que una vez hiciera Méliès, pasó a la historia por insuflar magia y fantasía en los corazones de toda una generación.

El guión, la música, los maravillosos escenarios, los personajes... son piezas clave en la creación de esta maravillosa obra de arte en la que las marionetas dan vida a una historia y muestran unas emociones que conmoverán y no dejarán indiferente a nadie. Me sorprende mucho que haya sido concebida para un público infantil, ya que algunas marionetas (los Skekses, algunos animales...) son figuras realmente aterradoras, dignas de poblar las peores pesadillas de un infante; ése ha sido mi caso, pues fui incapaz de terminar esta película siendo una niña y tuve que rendirme ante ella cuando me hice adulta.

Grandísima película que fue injustamente infravalorada en su época, poniéndola por detrás de la archiconocida "Dentro del Laberinto", también de Henson, pese a que yo la considero de menor calado. Tal vez el argumento, que se desarrolla de manera un tanto tosca y lenta, la escasa originalidad del planteamiento inicial (lucha entre el Bien y el Mal, ciertas reminiscencias de Tolkien) o el poco provecho que se le ha sacado a una banda sonora que podría haber sido sublime, han conseguido que "Cristal Oscuro" pasara prácticamente desapercibida por la historia del cine de fantasía.

Con todo, yo la consideraré una joya entre las joyas, tan grande y resplandeciente como el propio Cristal Oscuro. Con esta película, Jim Henson ha conseguido hacerme soñar, despertar mi imaginación, aterrorizarme con los Skekses, conmoverme con los Místicos, abrir mi corazón a los Gelflin... Devolverme al mágico mundo de la infancia una vez más. Me alegro mucho de haberle dado otra oportunidad cuando crecí lo suficiente como para poder valorarla como el tesoro que realmente es. La veré una y mil veces más, y estoy segura de que siempre descubriré algo nuevo en ella.