Los ejecutivos de la ABC se volvieron locos para conseguir el mejor piloto posible y finalmente nos volvieron locos a los espectadores. No era una serie tan mala como para cancelarla pero la audiencia decide y “The Gates” vio las ‘gates’ catódicas al finalizar su primera temporada. Con todo inconcluso y abierto únicamente queda una serie que para nada es de culto (ni presente, pasado ni menos futurible) y que pasará sin historia como un entretenimiento pasajero sin más.

El popurrí de seguir la onda de “Sobrenatural” o “Eureka” y darle envoltorio de “Mujeres Desesperadas” y tener consistencia por la vía de la variedad es una fórmula arriesgada. Una familia (humana) llega a un complejo residencial maravilloso-y-estupendo con su patriarca como jefe de policía. Todos los personajes huyen de su pasado y encuentran en la tranquilidad de The Gates todo aquello que en apariencia deseaban. Pero esa lluvia de secretos ocultos parece que va a salpicar y mojar a todos con antagonistas y razas rivales por naturaleza que contradictoriamente buscan un refugio y paz. Los nuevos vecinos de los protagonistas son, por ejemplo, una pareja de vampiros con una niña adoptada ¡humana! (no sé qué pensará Rouco Varela de todo esto aunque por suerte católico-apostólica la pareja es heterosexual), un hombre lobo adolescente al que le deja su novia súcubo por el hijo del nuevo jefe de policía y mucha bruja y pelandrusca suelta.

La serie inicialmente parece interesante y atrayente sin tampoco fascinar mínimamente. Tiene de todo: una estructura de policial con tejidos y retales fantásticos por doquier. La reunión de diferentes criaturas antagonistas y en una especie de pacto de no agresión hace que tenga recursos bastante poco limitados. Podría ser una serie para rato pero los telespectadores la descartaron desde el principio. Tal vez hacerla para una cadena que no sea de cable tenga sus impedimentos en forma de tijeras: no va a ser una nueva “True Blood”, con lo eso conlleva, pero se esperaba más de ese barrio residencial de apariencias con secretos y conspiraciones, con vampiras y lobeznas desesperadas.