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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
3
Drama Retrato de la vida de Uxbal: padre abnegado e hijo desamparado. Intermediario de la sombra. Próximo a los desaparecidos. Atraído por los fantasmas. Sensible a los espíritus. Superviviente en el corazón de una Barcelona invisible. Sintiendo que la muerte le ronda, intenta encontrar la paz, proteger a sus hijos, salvarse a sí mismo. La historia de Uxbal es sencilla y compleja, al igual que nuestras vidas de hoy. (FILMAFFINITY)
14 de diciembre de 2010
60 de 92 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que cada uno se quede con lo que quiera de “Biutiful” aunque aquí aparecerán dos tipos de detractores: los totales, que son aquellos que siempre han defecado sobre la filmografía del cineasta mejicano y ahora encima pedorrearan el doble por deméritos obvios de una propuesta fea y sin belleza (o la mutilada del título), y los horriblemente defraudados, que somos aquellos que seguíamos a un cineasta, que pese a no superar su mejor película hasta el momento —“Amores perros” —,seguía consolidando posiciones entre los mejores cineastas con vocación de drama, polémica por la vía social y poética. Tal vez los segundos detractores salvemos de la quema la actuación de Bardem, tres planos y un par de secuencias contadas. El resto feo, feo y un millón de veces feo. Perdón, ‘agli’, ‘agli’y un millón de veces ‘agli’.

Desde el arranque, al aparecer los nombres de las productoras, existió cierta confusión idiomática por parte de una espectadora que leyó en voz alta ‘Ménage à Trois’ en vez de ‘Menage Atroz’. Claro, no es lo mismo, como escribir Biutiful en vez de Beautiful. Y precisamente esa diferencia de intenciones y resultados, entre lo que uno ve, piensa y dice, entre lo que parece bello pero finalmente no es bonito, entre lo que es cine social y lo nunca debería ser es el gran resumen y fracaso de la propuesta del director de “Babel”.

Sin la pluma de Guillermo Arriaga (aunque con pluma made in China) el director Alejandro González Iñárritu demuestra ser un despojo que camina deambulando por pasaje que prometió no cruzar. Flashback. La idea. Una fría mañana de otoño. Un desayuno para sus hijos y un CD del Concierto en Sol Mayor para Piano de Ravel. Un enlace con una escucha pasada y emoción en lágrimas. Sus hijos se acordaban del impacto que les había causado la música y pidieron a su padre que la quitara. Esa anécdota, que da origen a “Biutiful”, se deforma en una auténtica chabacanería sonora elevada al enésimo pedo-limonero en la que no se escuchan a los personajes y en las que no se entiende nada de lo que hablan. ¿Merecía la pena? Creo que poco o nada. Nada porque el director nos indicaba con bellas frases y un discurso insuflado de poesía que deseaba apartarse de historias diversificadas en multitud de personajes y diferentes espacios planetarios. Entonces, ¿qué acaba siendo precisamente “Biutiful” sino aquello que pretendía eludir? Contradictoriamente a sus pensamientos, “Biutiful” acaba siendo una lluvia de tropezones sanguinolentos en un orín llamado cine social de pacotilla porque el filme de Iñárritu es tan comprometido como un anuncio de compresas low-cost. Mención especial para la hija de Uxbal, con madre argentina y padre charnego y la niña habla… ¡mejicano! ¿Volvemos a la intercultura intrínseca?

[Si lee el spoiler y es Alejandro González Iñárritu no le espera nada Biutiful]
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Maldito Bastardo
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