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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
5
Musical. Thriller. Comedia. Terror La familia Katakuri acaba de abrir una casa de huéspedes en las montañas, pero con la mala fortuna que su primer cliente se les suicida. Para evitar problemas deciden enterrarlo en el jardín. Las cosas no mejoran con su segundo cliente: un famoso luchador de sumo que muere teniendo sexo con una menor.... (FILMAFFINITY)
22 de octubre de 2005
20 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mejor Takashi Miike, en mi opinión, es el que hace comedias. Su humor negro y estrambótico y su peculiar estilo da un aire muy distinto y turbio a un género donde lo difícil es sorprender.
"The happiness of the Katakuris" es una comedia negra original con números musicales y con muchos alicientes para disfrutarla. Por el contrario resulta aburrida a ratos e irregular en numerosas ocasiones.
Como comedia negra funciona y es novedosa la utilización de animación de personajes de plastilina para suplantar a los protagonistas. Sobre todo en secuencias que conllevan una realización y producción complejas, lo cuál hace que aparte de dar originalidad, Takashi Miike pueda dar rienda suelta a su ingenio.
El problema del filme reside en los números musicales. Resulta prácticamente imposible sorprender en un género donde casi todo está dicho. Sin remontar mucho la mirada, en "Todos dicen I love you", Woody Allen ya hacía volar a Goldie Hawn. En "Bailando en la oscuridad", Lars Von Trier fusionaba la musicalidad de lo onírico y lo real.
Dos genios del video clip moderno, Spike Jonze y Michel Gondry, ya habían apuntillado lo poco que quedaba de ver.
Y para colmo de males de Takashi Miike, Trey Parker y Matt Stone ya habían realizado números musicales esperpénticos, irreverentes y frikis en "Canibal, el musical" y "South Park".
¿Sorprenden los números musicales de "The Happiness of the Katakuris"? Mi respuesta es no. Al contrario, caen en lo infantil y en lo ridículo. Esas estrellitas y luces alrededor de los personajes recuerdan al momento kitsch televisivo de "Lost in Translation". ¡Incluso hay momento karaoke!
Con canciones de Leonardo Dantés sí que hubiera roto esquemas.
Un muy interesante montaje y momentos divertidos dejan un extraño sabor de boca.
Este material daba para más.
Maldito Bastardo
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