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Voto de primerplatocameron:
4
Comedia. Drama Philippe, un aristócrata millonario que se ha quedado tetrapléjico a causa de un accidente de parapente, contrata como cuidador a domicilio a Driss, un inmigrante de un barrio marginal recién salido de la cárcel. Aunque, a primera vista, no parece la persona más indicada, los dos acaban logrando que convivan Vivaldi y Earth Wind and Fire, la elocuencia y la hilaridad, los trajes de etiqueta y el chándal. Dos mundos enfrentados que, poco ... [+]
11 de marzo de 2012
11 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película en la que tengo que reconocer que casi se pudo colgar el cartel de "entradas agotadas". Hablamos claro, de un sábado, en un centro comercial y "hora punta" de espectadores acudiendo al cine sedientos de cine simpático y liviano.

Comienza la película, y como en un concierto en el que acuden fans deseosos de escuchar a sus ídolos, observo un público entregado desde el primer segundo. La película provoca, no sólo sonrisas, sino carcajadas continuas que se extiende desde el comienzo hasta el final, alguna vez interrumpidas en las escenas "drámaticas" que tambièn podemos encontrar, pero que al ser escasas, y sin el suficiente dramatismo, se reducen a unas mínimas risas para en unos minutos volver a convertirse nuevamente en carcajadas.

Con esto podriamos resumir "Intocable".

No vamos a descubrir a estas alturas a Francois Cluzet, gran actor galo interpretando al millonario tetrapléjico, que aunque estemos acostumbrados a verle en casi todas las películas francesas que llegan a las salas españolas, logra que nos olvidemos de todos los personajes que ya ha encarnado, y nos creamos que realmente es un discapacitado, con el cuerpo paralizado del cuello para abajo. Lo bueno ya está dicho, esta gran interpretación. Lo malo, que no se profundiza mas en los sentimientos de infelicidad y de desemperanza de una persona que por lógica humana sufre este desgraciado accidente. No es creíble que sea tan positiva o se convierta en una persona exageradamente optimista en una sola tarde por la compañia de su asistente. Se echa en falta esa transición aunque hubiera sido pequeña del sentimiento de pesimismo o desánimo a un sentimiento de esperanza o de ilusión.


Omar Sy, interpreta al asistente como si lo hubiera hecho Eddie Murphy, Will Smitth o Martin Lawrence, es decir, con las mismas gesticulaciones, movimientos histrionicos y expresiones faciales. El personaje durante toda el metraje es un volcan en plena erupciòn lanzando gracias, chistes, ocurrencias y viéndose involucrado en escenas supuestamente cómicas, salvo cuando le sale la vena de "santo" ayudando a su familia y toda persona con desgracias que se le acercan y que èl no duda en amparar. De toda esta inmensa masa de gracietas facilonas, por una razón meramente matemática, hay alguna que logra que de mi riptus facial salga una leve, muy leve sonrisa. Aunque se le intenta al personaje dotar de un gracejo políticamente incorrecto tampoco logra alcanzar un humor sarcástico y punzante quedándose nuevamente en gracias casi infantiles. Por último, tampoco se hace creíble que un asistente personal, nacido en los suburbios y criado en un hostil ambiente familiar, sea tan bellísima y altruista persona.

En definitiva, película muy comercial que agrada, te hace olvidar de los tiempos de crisis que vivimos, de un posible mundo mejor, de la bondad del ser humano, pero se queda en un mero entretenimiento sin más, ,un cuento infantil con final feliz más propio de la Navidad.


k.
primerplatocameron
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