J. J. Abrahms le da a Star Trek lo que siempre mereció y nunca pudo tener (ritmo y espectáculo), manteniendo intactas todas sus virtudes (grandes personajes y amor por la ciencia ficción).

La verdad es que yo nunca he sido un gran fan de Star Trek, ni de sus secuelas, ni de sus múltiples "spin-offs", que siempre me han parecido bastante aburridas. Pero QUERÍA que me gustara, porque lo que sí apreciaba era el valor literario y de género de la saga, y Star Trek XI lo ha conseguido.

Larga vida, pues, a la nueva Star Trek, y vamos a por la XII.

Y si no ha visto usted la peli no me lea el spoiler, que se la reviento.