Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Archilupo:
9
Drama Don Jaime (Fernando Rey), un viejo hidalgo español, vive retirado y solitario en su hacienda desde la muerte de su esposa, ocurrida el mismo día de la boda. Un día recibe la visita de su sobrina Viridiana (Silvia Pinal), novicia en un convento, que tiene un gran parecido con su mujer. Basada libremente en la novela "Halma", de Benito Pérez Galdós. (FILMAFFINITY)
16 de febrero de 2011
76 de 80 usuarios han encontrado esta crítica útil
1) Buñuel volvió a España para rodar (se lo facilitó una coalición entre Bardem y Portabella con el mexicano Alatriste) y sus fetichismos se empataron con las raíces. El mundo íntimo y la antropología local se correspondían. Lloraba al pisar las calles de sus andanzas estudiantiles. Dormía en el suelo de un apartamento en el piso 17 de la Torre de Madrid y tiraba aviones de papel a la Plaza de España.
El presupuesto, 5 millones de pesetas, era exiguo, sobre todo en comparación con los 480 de “King of Kings”, también rodada en España, pero le sacó partido porque dejó varias secuencias únicas.
Por primera vez trabajó con Fernando Rey, que se convirtió en su ‘alter ego’ para varios títulos franceses posteriores. Silvia Pinal era la novia de Alatriste. Algunos mendigos eran auténticos, como “El Leproso”. La ropa la consiguieron cambiándosela por nueva a indigentes verdaderos.
El rodaje se convirtió en peregrinaje de intelectuales. Pese a la furiosa incomprensión de los exiliados en México, por primera vez un artista republicano importante rompía el cerco y regresaba a trabajar a la península. Y todo fluía sobre el sustrato vivo de Galdós, Valle, Goya y Solana, con actores ibéricos. Hasta la censura colaboraba, al corregir un final muy directo y cambiarlo por una insinuante partidita trilateral.

2) Buñuel, conocedor de sus mecanismos creativos, era capaz de dar cuenta de cómo gestó sus películas, casi siempre a partir de una imagen, de una de sus persistentes fantasías. De adolescente estaba enamorado de la reina Victoria Eugenia e imaginaba colarse en Palacio y servirse de un narcótico para poseerla. Se cambió por un viejo hidalgo traumatizado por la muerte de su esposa en la noche de bodas, y a la reina por una virginal novicia. Los mendigos vendrían después, para que Viridiana intentase poner en práctica con “sus” pobres el ideal caritativo.
Viridiana era el nombre de una santa medieval francesa de la que Buñuel había oído hablar en el colegio zaragozano.

3) Con dos claras mitades, iniciadas ambas por el plano de unos pies infantiles saltando a la comba, el tema resultante es el anacronismo de la inocencia; con cierto toque sadeano, la virtud es arrollada, ultrajada: en la primera parte por el retorcido don Jaime, en la segunda por el machismo incontinente del hijo (Rabal) y por los troglodíticos mendigos.

[Sigue en el spoiler por falta de sitio. Disculpen la extensión, pero don Luis es mucho don Luis]
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Archilupo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow