Sus obras te pueden gustar más o menos y sin duda alguna esta no está entre las mejores, pero este tipo tiene un mérito que tristemente hace mucho no se ve en el cine de terror.

Tanto con la música como con la acción, Carpenter es un maestro en crear ambiente. Una tensión que mantiene al espectador mirando para ver que sucede y en esta película lo consigue sin dudas.
Es cierto que con los años se nota los problemas en algunas actuaciones, determinadas situaciones o cierta sensación de batiburrillo de temas.

No obstante, como dije antes, tiene una excelente ambientación y algunas ideas muy interesantes que autores actuales deberían rescatar ya que pueden dar mucho de si.
El género de terror que está agonizando por su falta de ritmo e ideas nuevas debe mirar la filmografía del maestro Carpenter que es una mina de oro y es necesario para revitalizar las películas de miedo.