Ocho años después del gran éxito conseguido con la magnífica "Rio bravo", el gran Howard Hawks volvió a repetir la misma historia cambiando los personajes, en esta continuación de la clásica película. Como era de esperar, el éxito no fue el esperado, y si bien la película está bastante bien, se queda muy lejos de recoger la esencia de la anterior. John Wayne cumple como siempre en su papel de sheriff, acompañado por un magistral Robert Mitchum, que en ocasiones le arrebata fácilmente el protagonismo.
Junto a ellos, un jovencísimo James Caan añade el toque irónico del filme, mientras que en el plano de los villanos, los televisivos Edward Asner, (Lou Grant), y Christopher George, (El inmortal), cumplen correctamente con su cometido.
A destacar la presencia de conocidos secundarios como Arthur Hunnicut, y Paul Fix.
Un buen western que, sin demasiadas pretensiones consigue agradar.