En el mundo del cine, no es raro encontrar películas que buscan destacar mediante una narrativa ambiciosa y temáticas que exploran el fascinante y a menudo turbulento mundo del séptimo arte. Babylon, dirigida por un talentoso equipo liderado por el aclamado director de cine Damien Chazelle, prometía ser uno de esos filmes. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, la película no logra alcanzar las alturas que busca, quedando atrapada en un terreno de falta de originalidad y escenas desagradables e innecesarias.

La premisa de Babylon, centrada en el ascenso y caída de diversos personajes en la industria del cine, es ciertamente una temática fascinante y llena de posibilidades. Sin embargo, esta cinta no logra aportar un enfoque fresco o innovador a esta historia ya ampliamente explorada en otras producciones cinematográficas. A pesar de contar con un sólido elenco y una cuidada dirección artística, el guion no logra generar un impacto duradero debido a su falta de originalidad y la sensación de déjà vu constante.

Una de las principales debilidades de Babylon radica en su incapacidad para destacar y trascender más allá de las obras anteriores que han tratado temas similares. A lo largo de la película, uno no puede evitar compararla con clásicos del cine que han abordado de manera más efectiva los mismos temas y personajes. La falta de una voz distintiva y una narrativa auténtica deja al espectador con la sensación de haber presenciado una mera reinterpretación de ideas previas, privando a Babylon de una identidad propia y significativa. Brad Pitt y Margot Robbie hacen lo que pueden con el guión que les dan, pero éste no termina nunca de elevarse sobre producciones mejores, como The Artist.

Además de su carencia de originalidad, esta producción se ve empañada por escenas desagradables e innecesarias que no contribuyen de manera constructiva a la trama ni a la exploración de los personajes. Estas secuencias parecen más una estrategia para generar controversia y llamar la atención que una elección narrativa genuina. Estos momentos incómodos e intrusivos interrumpen la fluidez de la película y distraen al espectador de la historia principal, diluyendo así su impacto emocional.

A pesar de estos aspectos negativos, no se puede negar el talento técnico y artístico que se despliega en Babylon. La dirección visual es impecable, capturando la época con detalles auténticos y sumergiendo al espectador en el glamour y la decadencia de la industria del cine. El elenco, compuesto por talentosos actores y actrices, ofrece interpretaciones sólidas, aunque su potencial se ve limitado por el guion poco inspirado.

En conclusión, Babylon es una película que, a pesar de sus ambiciones, no logra alcanzar las alturas que pretende. La falta de originalidad en su narrativa y la inclusión de escenas desagradables e innecesarias son los principales obstáculos para que esta cinta destaque en un género cinematográfico tan saturado como el que aborda. Si bien es un intento visualmente impresionante, el resultado final carece de la originalidad y la fuerza narrativa necesaria para hacerla destacar entre otras obras similares.