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Voto de Helga Maria Saboia Bezerra:
7
Drama. Comedia París, 1927. Paul, un niño que vive en un orfanato de un barrio obrero de París, es adoptado por Celestine, una criada de un conde, y su marido, el guardabosques, que trabajan en una gran finca en Sologne. Acostumbrado a la vida en la ciudad, el chico llega a un mundo misterioso e inquietante, una región salvaje con un inmenso bosque, estanques y cultivos. Todo pertenece al conde de La Fresnaye, un viudo taciturno que vive solo en su ... [+]
25 de marzo de 2024
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La película, francesa, tiene como título original "L'Ècole Bussonière". Según Wikipedia, "originalmente, la buissonniere era una escuela clandestina que se realizaba en campo abierto. Este significado data de la época de Martín Lutero. En la década de 1550, los sacerdotes luteranos tenían dificultades para predicar la nueva religión en público. Por tanto, comenzaron a impartir su enseñanza en el campo y en los bosques, en escuelas secretas. Por tanto, el Parlamento tuvo que prohibir estas escuelas clandestinas."

Se nota, en algún momento de la película, el desprecio por la Misa, cuando François Cluzet, en el papel de Totoche, le pregunta al niño Paul (Jean Scandel) si éste no será un beato, "un crío del coro que se bebe el vino de la misa". Así, que, aunque sólo en este momento, queda clara la disposición del guionista en contra de la Santa Iglesia Católica, cosa harto común en el cine moderno. Yo diría, en contraposición al título original de la película, que utiliza una expresión de origen protestante, la persecución más que de esa falsa religión está hoy concentrada en la verdadera, como claramente lo muestra el diálogo de Totoche y Paul.

A parte de eso, la película es bonita y merece ser vista. La trama se desarrolla en la Francia rural de los años 30. A través de los ojos de Paul, el espectador es testigo de las lecciones de vida que le brindan tanto Célestine, su madre de acogida tras salir éste del orfanato, como los habitantes del pueblo, quienes tienen un profundo conocimiento del entorno natural que los rodea.

El director, Vanier, logra capturar la belleza de la naturaleza a través de impresionantes paisajes y una cinematografía cautivadora, que se convierte en un personaje más de la historia. Las actuaciones, especialmente la de Jean Scandel como Paul y la de François Cluzet, el intrépido cazador que vive libre en el bosque, son convincentes y conmovedoras, añadiendo profundidad a los personajes y sus relaciones.
Helga Maria Saboia Bezerra
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