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Voto de PeorQueNegro:
5
Drama Estados Unidos, años 50. Jack (Hunter McCracken) es un niño que vive con sus hermanos y sus padres. Mientras que su madre (Jessica Chastain) encarna el amor y la ternura, su padre (Brad Pitt) representa la severidad, pues la cree necesaria para enseñarle al niño a enfrentarse a un mundo hostil. Ese proceso de formación se extiende desde la niñez hasta la edad adulta. Es entonces cuando Jack (Sean Penn) evoca los momentos trascendentes ... [+]
27 de septiembre de 2011
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Riiiiing… riiiiing… riiiiing!!!

- Ehhh, ¿sí?
- Hola, hola, ¿Sean Penn?
- Sí, ehhh…
- Bien, hola, ¿te acuerdas de mí? soy Terrence
- Ehhh…
- Terrence Malick, hombre! El cineasta!
- Ehhh, sí, sí, claro, Terrence, ¿Qué tal todo? ¿Hace mucho que no…?
- Ya, es que he estado muy ocupado.
- Ehhh, claro, claro, ¿y qué tal todo?
- Bien, fenomenal, voy a rodar otra peli y quiero contar contigo.
- Ah qué bueno! Y qué tengo que hacer!
- Bah, poca cosa, tú solo tienes que poner cara de Sean Penn y ya está.
- Vale, vale, y me vais a pagar? Es que ando un poco justo últimamente.
- No te preocupes, he engañado a Brad Pitt para que me la produzca.
- Esto, y… bueno, pues ya me contarás en qué consiste el asunto…
- Nada, pasamos el jueves a recogerte te hacemos unos planitos y listo.
- Ok Terrence, hasta el jueves.
- Hasta el jueves chaval.

Clack! Tuu… tuu… tuu…

Supongo que no fue tan fácil, supongo que Terrence Malick le soltó un rollo de hora y cuarto al bueno de Sean Penn sobre la vida, la muerte, la madre que parió al universo y el sentido que tiene todo eso para cada uno de nosotros. Supongo que más o menos a la misma altura de este diálogo ficticio Sean Penn se convenció en el real del proyecto de Malick, más o menos a la altura de: vale, vale, ¿y me vais a pagar?

También supongo lo duro que tuvo que ser para un actor tan satisfecho de sí mismo como Sean Penn verse relegado a un plano secundario por un Brad Pitt poniendo cara de Brad Pitt y una ringlera de fotogramas supuestamente poéticos.

La poesía es un concepto muy discutido, ampliamente aceptado como lenguaje pero ordinariamente marginado a la interpretación de unos pocos. Me asusta que el establishment intelectual de medio mundo nos quiera vender El árbol de la vida como una obra maestra, no sé si tomarlo como un cándido síntoma de esnobismo ilustrado o si por el contrario el cine actual se encuentra tan escaso de una visión original y diferente que acoge como salvador a cualquiera que se atreva a saltarse la norma fundamental de la narración cinematográfica, véase sino el caso del triunfo de Isaki Lacuesta en el reciente certamen de San Sebastian. No discuto que las imágenes que nos ofrece Malick en esta película sean poéticas, pero lo que en absoluto voy a admitir es que el resultado sea poesía ni una obra de arte. La belleza por sí misma no configura el arte, forma parte de él, y en ocasiones, pero no lo instituye. Cada campo artístico dispone de sus propias leyes, así como en la pintura es la imagen la raíz y el marco de la idea, en el cine, y digo cine y no videoarte o spots publicitarios, es la narración la que valiéndose de las imágenes comunica el mensaje del artista y el valor de la obra. Y reitero, cine, el cine como lo concebimos hoy por hoy, películas entre los noventa minutos y las dos horas de duración que son las que vamos a ver a las salas.

(sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
PeorQueNegro
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