Una serie escondida dentro del extenso catálogo de Netflix, que tiene un guion sobresaliente, muy buen reparto y una dirección exquisita y que consigue enganchar, al menos a mí, desde el primer minuto.
El argumento de la primera temporada gira en torno a un secuestro de una doctora y su familia a la que proponen asesinar en la mesa de operaciones al primer ministro israelí para poder salvarse. A partir de aquí, el desarrollo de los acontecimientos, giros inesperados, apariciones de nuevos personajes y tramas paralelas que finalmente conectan con la principal, nos mantienen perfectamente pegados a la pantalla de TV.
Capítulos de aproximadamente 40 minutos cada uno, y dos temporadas, son suficientes para el desarrollo correcto de la serie.
Recomendada para los amantes del suspense, la ficción realista y la acción/intriga con dosis de violencia.