Richard Gere vuelve a encandilar a las mujeres (y hombres, porque no). Esta vez le toca el turno a Jodie Foster. Están bastante correctos, además, la trama que se va descubriendo, te la dejan ver poco a poquito.

Hay algunas partes que no te las crees mucho, como el juez negro. Es decir, pocos años después de la guerra de secesión, no me creo que a ningún negro le sea fácil estudiar alguna carrera y mucho menos ejercerla tan rápido. Pero bueno, ahí queda.

Lo que me gusta es la parte moral, el ponerte en contra de tus principios porque has visto una historia conmovedora, aunque justamente lo que no me gusta es que la película se declina por poner de bueno a una persona mala.