Tras una discusión con su novio Frank, Alice decide alternar con un hombre que es pintor y le acompaña a su estudio. Una vez allí el muchacho intenta excederse con la chica, al punto de intentar violarla. Alice, en su defensa, se tropieza con un cuchillo, lo cual que acaba matándolo.

Un desconocido que la conoce la ha visto salir y querrá chantajearla. Mientras, Frank, el novio, a la sazón detective de Scotland Yard que no sabe nada de lo sucedido, es escogido para esclarecer el crimen, descubriendo un guante de ella, la cual prueba se guarda.

A partir de aquí veremos un conflicto entre Alice, que lucha con su conciencia. El desconocido, que quiere extorsionarla y Frank, que la quiere proteger y evitar que se declare culpable y sea metida presa: "Sólo intentaba salvar mi honor" le dice Alice White a Frank.

Es fácil hallar en este filme muchas características del género ¨thriller¨ con persecuciones rodadas en las calles de Londres y donde uno de los momentos climáticos ocurrirá en el el ¨British Museum¨.

Dirección genial de Alfred Hitchcock, guion Charles Bennett, el propio Hitchcock, Benn W. Levy y Michael Powell (adaptación de la obra de Charles Bennett). Excelente música envolvente de James Campbell, Reginald Connelly y una estupenda fotografía de Jack E. Cox (B&W).

En el reparto destacan con nota sobresaliente una Anny Ondra encantadora y con unos ojos preciosos; o John Longden, a quienes secundan magistralmente Sara Algood, Charles Paton, Donald Calthrop o Cyril Ritchard, entre otros.

Se trata de la primera película sonora de que hace Alfred Hitchcock, si bien los primeros 8 minutos son de película ¨muda¨, podemos ver a los personajes hablar, pero solo por el movimiento de los labios. Es también su primera peli inglesa. Hitchcock alterna los silencios y los sonidos, las pocas y tenues palabras, con otras, como las de la señora chismosa, que se escuchan demasiado.

Muy bien la música (de James Campbell y Reginald Connelly) y el murmullo cotidiano, todo lo cual va cambiando de sentido acorde al ánimo de los protagonistas.

En el filme hay dos delitos: la de la joven que mata a un hombre que la intenta violar (ella lo mata en defensa propia); luego viene el chantaje.

Hitchcock consigue que todos los temas se transformen en un espectáculo notable, que culmina, al más puro estilo hitchcockiano (su característico estilo cinemático y narrativo), en una secuencia sensacional donde hay una persecución en el Museo Británico que eleva la tensión al máximo.

Esta cinta es una prueba de que una puesta en escena precisa rompe las barreras del tiempo, resultando esta joya del cine policíal y de suspense un producto tan efectivo hoy, como en la época de su estreno.