Cine minimalista no apto para todos los públicos, relato humano y muy personal del dolor más grande de este mundo. Un niño necesitado de mucho cariño que sobrevive a una soledad impuesta; la amargura de un padre abandonado -por causa de fuerza mayor- por su mujer recae, como losa pesada, como ausencia emocional y frialdad hacia su persona. Desesperado por la no presencia de una madre, encuentra en la cría de un pájaro, abandonado por su madre, la mascota ideal. Se convierte en su madre adoptiva, en el que vuelca todo un cariño propio que no sabe hacia dónde dirigir . Eso más una recién amiga encontrada conformarán su nueva alegría, su nuevo mundo personal. Mucha ira interior, frustración repentina, violencia no-entendida guarda este chaval que magnifica a la ausente madre y desprecia al padre presente. Como en muchas otras ocasiones, en este tipo de películas, la música y la fotografía son cuidadas con una exquisitez soberbia, disfrutando de la presencia y desarrollo de un superviviente que copa cada uno de los fotogramas. Rodada e interpretada con gran naturalidad y sencillez, con una magnífica interpretación del actor protagonista, únicamente te gustará, te emocionará si logra atraparte la vida de este solitario crío que sufre como nadie en silencio; en caso contrario, puede parecerte bastante aburrida.