Al lado de tantas películas del cine de aquí esta llama la atención por su sobriedad y sencillez.
Es verdad que esa sobriedad la hace a veces algo premiosa, pero todo está rodado con gran calidad y con un guión inteligente. Muy buenos también los intérpretes, tan verdaderos que asombran. Todas las mujeres, en especial Lourdes de un tan mal careto que parece que es así.
Hay una vida que se adivina, pero que nunca aparece completamente, dando al conjunto una calidad que asombra.
Hay planos y fotos que parcen cuadros. Y la música es sencilla, no insistente.
Se puede esperar mucho de este director.