Esta película es una gran combinación de emociones. Al principio no se sabe nada del protagonista principal (Clint Eastwood), pero desde ya se sabe que tendrá una gran trama. A pesar de que este filme se desarrolla en la cárcel, uno como espectador quiere que todos los planes de fuga salgan bien a pesar de saber que los convictos son culpables de algo muy malo y que por eso están allí. Toda la película está acompañada de música que acompaña cada escena y la complementa depende de la emoción que quiera hacer sentirle al espectador, así como el manejo de la iluminación que hacen notar el espacio en el que se desarrolla dicha trama.

Una gran combinación de emociones, ya sea las injusticias que allí se ven por parte de los enemigos del protagonista y de algunos empleados de la prisión, la inteligencia y sagacidad que compone el plan, las peleas que surgen allí y el cómo los protagonistas van tejiendo una gran amistad y esa complicidad y apoyo que tienen unos con otros. A pesar de ser una película algo ligera, mantiene la atención de quien la ve y mantiene viva la necesidad de apoyar la fuga (que ante los ojos de la sociedad es algo malo) y ver qué sucede si sale bien o sale mal.