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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de AQUILANO:
10
Drama Georges y Anne, dos ancianos de ochenta años, son profesores de música clásica jubilados que viven en París. Su hija, que también se dedica a la música, vive en Londres con su marido. Cuando, un día, Anne sufre un infarto que le paraliza un costado, el amor que ha unido a la pareja durante tantos años se verá puesto a prueba. (FILMAFFINITY)
20 de febrero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Plagié parcialmente para el título un pasaje de un poema de Borges a la ciudad de Buenos Aires ("no nos une el amor, sino el espanto, será por eso que la quiero tanto"), porque a mi juicio resume el duro mensaje de esta magistral película y viene como anillo al dedo para su definición.
También confieso que he descubierto al director Haneke tardíamente, lo que indica que mi presunción de cinéfilo era tan solo eso, una presunción.
Y no sé si ha sido bueno este hallazgo, porque Haneke puede dejar un campo arrasado de espectadores indefensos ante la aparentemente sencilla muestra de la cruda realidad humana, describiéndola con la naturalidad que impone la resignación ineludible.
Dos actores espléndidos, Jean-Louis Trintignant, lejos en el tiempo del exasperante almíbar de "Un hombre y una mujer" y Emmanuelle Riva, muy cerca de su gigantesco talento evidenciado, paradójicamente, cuando ella misma era una joven mujer en "Hiroshima, mon amour", pero a la vez distanciada del tremendo personaje que la ha tocado interpretar ahora, justamente a su vejez.
Un director impiadoso e implacable nos encierra con ellos en el asfixiante ambiente de un departamento en París para mostrarnos, como bien lo observara otro crítico de este blog, lo que no queremos ver. Haneke nos va golpeando constantemente con su puño observador mediante la técnica de un boxeador profesional para irnos demoliendo elegantemente en cada round de sus intencionales silencios y nos sumerge en un mundo circunscripto a dos ancianos que deben vérselas con el desafío del deterioro, la decrepitud y especialmente la soledad, pues nadie puede sufrir por ellos el padecimiento del cual todos los demás protagonistas escapan, como la hija Isabelle Huppert, menos el espectador que quiere pero no puede dejar de asistir al desarrollo, como si alguien le estuviera sosteniendo la cabeza para obligarlo a seguir mirando la pantalla hasta un final preanunciado.
En todo este rudo contexto, lento de propósito como lenta es la agonía, el realizador austríaco saca de su galera la esencia que da origen al título de este film, pues el amor geronte que nos quiere mostrar es distinto a su lírico antecesor "The Notebook" o "El Cuaderno de Noah" (James Garner y Gena Rowlands) o al también fuerte y emotivo (pero que te permite respirar) "El hijo de la novia" (Ricardo Darín dirigido por Juan José Campanella). Es un amor abnegado que va a ser mantenido, cueste lo que cueste, "hasta que la muerte los separe" o bien hasta el "¿qué tal si salimos y permanecemos juntos?" demostrado con un excepcional talento artístico pues sólo precisa acudir para ello a una desapercibida caricia o una sugestiva mirada. En resumen, voy a cerrar con una calificación paradójica: "apta para personas sensibles".
AQUILANO
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