Dice el refranero español que "quien mucho abarca, poco aprieta". Esto podría considerarse un simple consejo limitado a la cultura de dicho país; una idea muy específica; local. El caso es que cuando nos ponemos a buscar refranes similares en otras lenguas del mundo, no tardamos en comprobar que es rara la que no tenga un dicho análogo a este. A veces es básicamente el mismo concepto (abarcar y apretar) y en otros casos, como en Japón dicen que "quien persigue dos liebres, no caza a ninguna". Podríamos suponer que si el hombre llegara a colonizar otros planetas -digamos Marte-, habría un dicho similar. Esto parece indicar que no estamos hablando de algo particular, sino general a la especie humana: no podemos centrarnos en varias cosas al mismo tiempo. Por desgracia, parece que al genio Shin'ichiro Watanabe no le llegó el recordatorio.

Carole y Tuesday es la última obra del guionista nipón, responsable de obras maestras del anime tales como Cowboy Bebop o Samurai Champloo. Bien es cierto que tras esas dos obras magnas, las que las siguieron bajaron un poco el listón, cosa comprensible, por otra parte. Con esta Carole y Tuesday, sin embargo, muchos esperabamos una vuelta por todo lo alto y... no ha podido ser.

Entrando ya en materia, hay que empezar por lo más obvio: C&T es un auténtico caos de temas e hilos argumentales. Como ya han mencionado en otras críticas, Watanabe no acaba de apuntarle del todo a nada. En ciertos momentos parece que quiere apuntarle a las IAs y su papel deshumanizador, para luego dejar el tema y centrarse en lo turbio que es el mundillo de las discográficas. Estos temas no le bastan así que se anima a tratar el tema de la inmigración (ilegal, aunque parece no querer ver la distinción con la inmigración regulada), la identidad propia, la política, temas sociales varios (homosexualidad, transexualismo literal, drogas), las relaciones de padres e hijos y eso por no mencionar algunos hilos argumentales que se mencionan de pasada en los primeros capítulos y se retoman en la recta final como quien suelta una bomba para no volver a hablar de ellos. Realmente, es todo tan superficial, que resulta imposible tomarse ninguno de estos temas tan complejos en serio.

No ayuda tampoco que en el apartado de personajes estemos ante algunos de los más sosos que ha creado Watanabe en toda su carrera. Las propias Carole y Tuesday que, recordemos, no son solo las protagonistas sino que dan título a la serie -algo que no pasaba en ninguna otra serie de este autor- son, como diría una abuela a la que su nieto le acaba de presentar a unas amigas: "muy guapas y muy simpáticas" y ya, no hay mucho más que mencionar. De nuevo vuelve el asunto de meter muchos elementos que luego ni se tocan o apenas se hace. Sí, ambas tienen sus cositas, pero ninguna de las protagonistas tiene una personalidad que destaque, que atraiga, que no te permita dejar de pensar en ellas una vez termina un episodio como sí lo tenían Spike o Faye de Cowboy Bebop o Mugen de Samurai Champloo. No, son simpáticonas y punto.
El resto de personajes no le van muy a la zaga. El manager de las chicas y su ayudante se quedan bastante cortos y solo es Angela, la antagonista de la serie y rival de las protagonistas la que ofrece algo de interés. ¿El problema? Lo de siempre: no tiene tiempo para desarrollarse demasiada entre el montón de temas que quiere tratar Watanabe. En cualquier caso, sigue siendo interesante y muy rescatable. Siendo la única con un arco argumental claro y potente. Tengo que mencionar también el intento final de la serie por ofrecer un mensaje moralizante que más bien llega cargado de moralina; no lo compro.

Mencionaré por último el alma de todas las series de Watanabe: la música. Irónicamente, mientras que en las otras series del autor ya mencionadas la música era su espíritu, en esta es el motor principal. ¿Qué por qué es irónico? Pues porque nos encontramos con una de las más, no malas, pero sí normaluchas de todas sus series. Tiene narices la cosa, pero realmente, el estilo más "popero" de esta producción juega en su contra, más que nada porque se intenta contrastar un estilo "industrial" -pensemos en la lista de Los 40 Principales- con el estilo "indie" de C&T y, que queréis que os diga, yo me vuelvo a quedar con Angela y sus temas hechos con IA a los supuestos "temas que llegan al corazón" de las dos chicas protagonistas. Por momentos me han llegado a hastiar los constantes planos de gente boquiabierta y ojiplática al escuchar canciones de las que no te acuerdas a los 10 minutos. Sí, sé que esto es bastante subjetivo, pero a mí no me han llegado en absoluto con dos excepciones: la canción de la 1º intro "Kiss me" -que nunca se interpreta en la serie- y la canción de cierre en el último capítulo. Pero en general, todas las producciones de las dos chicas suenan pretenciosas, suenan a cualquier banda sonora de película independiente que hayas visto.

En cualquier caso, no todo es negativo. La serie cuenta con un estupendo dibujo y unos diseños bonitos, sin sobrecargar. Es recomendable para fans de Watanabe y para quien quiera un anime ligero, pero no hay aquí nada nuevo, sino más bien el anime que más a lo seguro va de toda la carrera del autor. Tiene momentos muy bonitos, con numerosos números musicales interesantes y un cast vocal tremendo; la cantante que interpreta las canciones de Angela me parece genial y lo mismo con las de C&T. En fin, que es un precioso cacao.