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Voto de Dronicus:
2
2019
Documental, Intervenciones de: Edoardo Albinati, Sherry Lee Benson-Podolchuk, Bethanye McKinney Blount ...
5,9
73
Documental
Una investigación filosófica sobre lo que significa ser un capullo y cómo frenar su crecimiento. (FILMAFFINITY)
13 de mayo de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gilipollas: La Teoría, consiste en una serie de entrevistas a varias personas que exponen sus casos particulares sobre sus choques con gilipollas y como les ha afectado en la vida. El problema principal es que no se aborda de una forma seria. Para empezar, cada entrevistado tiene un criterio de qué es una persona gilipollas y resulta gracioso cuando se llegan a contradecir de forma flagrante. No se llega a definir de forma clara el concepto, y no solo eso, sino que sólo se toma la palabra a una de las partes, no aparece la contraparte, ni siquiera se dice “se ha intentado contactar pero que han rechazado participar”, por lo que me da a entender que ni se ha intentado o peor aún, se ha hecho de forma premeditada.
Está claro que gilipollas hay, y que hasta la intuición podría decirnos que el tipo de sociedad en la que vivimos los fabrica y los catapulta al éxito, pero una afirmación como esa ante terceras personas requiere de un estudio más minucioso y formal, de lo que se aborda en este documental, unas pautas claras de comportamiento bien marcadas y definidas (que era lo que esperaba encontrarme aquí). Desconozco cómo lo afronta el libro en el que se basa, pero si este documental es fiel a dicha obra… (y eso se da a entender porque aparece su autor en él) mal asunto.
Otro punto importante es que durante las entrevistas se señalan también a numerosas personalidades públicas de forma directa o indirecta sin el más mínimo pudor y tachándolas de gilipollas sin más, es algo legítimo de pensar en nuestro fuero interno, pero ¿señalar públicamente así? No.
Según mi criterio personal, incluso algunos de los entrevistados podrían considerarse gilipollas después de escuchar sus pensamientos y formas de expresarse sobre otras personas o grupos, y éste puede ser el mayor logro a mis ojos de éste documental, me han descubierto al metagilipollas.
En conclusión, Gilipollas: La Teoría no aborda el asunto de forma seria en absoluto, es un producto de entretenimiento, muy subjetivo, y que no solo cae en falacias como la del francotirador o la de cherry picking sino que en algunas partes llega a contradecirse a sí mismo directamente. Supongo que podría decir que es disfrutable para el tipo de persona que viene ya con una visión política muy marcada y aceptada y a la que le guste permanecer en su cámara de eco.
Está claro que gilipollas hay, y que hasta la intuición podría decirnos que el tipo de sociedad en la que vivimos los fabrica y los catapulta al éxito, pero una afirmación como esa ante terceras personas requiere de un estudio más minucioso y formal, de lo que se aborda en este documental, unas pautas claras de comportamiento bien marcadas y definidas (que era lo que esperaba encontrarme aquí). Desconozco cómo lo afronta el libro en el que se basa, pero si este documental es fiel a dicha obra… (y eso se da a entender porque aparece su autor en él) mal asunto.
Otro punto importante es que durante las entrevistas se señalan también a numerosas personalidades públicas de forma directa o indirecta sin el más mínimo pudor y tachándolas de gilipollas sin más, es algo legítimo de pensar en nuestro fuero interno, pero ¿señalar públicamente así? No.
Según mi criterio personal, incluso algunos de los entrevistados podrían considerarse gilipollas después de escuchar sus pensamientos y formas de expresarse sobre otras personas o grupos, y éste puede ser el mayor logro a mis ojos de éste documental, me han descubierto al metagilipollas.
En conclusión, Gilipollas: La Teoría no aborda el asunto de forma seria en absoluto, es un producto de entretenimiento, muy subjetivo, y que no solo cae en falacias como la del francotirador o la de cherry picking sino que en algunas partes llega a contradecirse a sí mismo directamente. Supongo que podría decir que es disfrutable para el tipo de persona que viene ya con una visión política muy marcada y aceptada y a la que le guste permanecer en su cámara de eco.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Mención especial a dos fragmentos:
1. La asociación que se reúne en un comité con la palabra asshole tachada detrás, asociación con el firme propósito de señalar y combatir a los gilipollas. No paro de establecer paralelismos con ese capítulo de los Simpsons en el que Homer se carga la logia y al final fundan el club no Homer, es gracioso hasta que ves como dicho comité tiene poder real para truncar carreras laborales y vidas personales mediante criterios subjetivos.
2. Directivo de gran empresa que sentado y serio en el despacho de conferencias afirma que en su empresa se ha alcanzado el pacto de no contratar a gilipollas, y eso lo extrae de, atención, lo que le diga la secretaria que le pareció en los 5 minutos previos en la sala de descanso antes de la entrevista, y durante la propia entrevista. Al finalizar, muy serio, afirma “Hay que ser coherente con nuestra filosofía y si no lo hace no eres de los nuestros”, un “o estás conmigo o contra mí” de manual, el planteamiento más simple y maniqueo que se pueda tener de la realidad y de las personas, lo dice tan en serio que da miedo.
1. La asociación que se reúne en un comité con la palabra asshole tachada detrás, asociación con el firme propósito de señalar y combatir a los gilipollas. No paro de establecer paralelismos con ese capítulo de los Simpsons en el que Homer se carga la logia y al final fundan el club no Homer, es gracioso hasta que ves como dicho comité tiene poder real para truncar carreras laborales y vidas personales mediante criterios subjetivos.
2. Directivo de gran empresa que sentado y serio en el despacho de conferencias afirma que en su empresa se ha alcanzado el pacto de no contratar a gilipollas, y eso lo extrae de, atención, lo que le diga la secretaria que le pareció en los 5 minutos previos en la sala de descanso antes de la entrevista, y durante la propia entrevista. Al finalizar, muy serio, afirma “Hay que ser coherente con nuestra filosofía y si no lo hace no eres de los nuestros”, un “o estás conmigo o contra mí” de manual, el planteamiento más simple y maniqueo que se pueda tener de la realidad y de las personas, lo dice tan en serio que da miedo.