Todo el rato mirando el reloj, lamentando que queda menos rato de tan extraordinario espectáculo. De lo mejor que he visto. Pegado al sillón con una acción y desarrollo tan subyugantes que llega a producir estrés, pues la acción no es solo fuegos artificiales como suele ocurrir, sino una trama que atrapa, con una diálogos de una concisa sobriedad, que le dan un tono serio y sin concesiones ("Tu trabajo de despacho te he hecho olvidar el peso de un arma sin balas". O ante la insistencia del interprete: "No necesita saberlo" "Es mejor que no lo sepa". O cuando se deja intimidar por el proxeneta en una corta distancia, para adosarle un micrófono, con el que a través de la traducción del desconcertado interprete, oye la frase clave: "La mercancía fresca causa problemas", y le espeta: "Váyase, su trabajo ha terminado"). Recomiendo que se vea sin interferencias, para apreciar todas estas situaciones de trabajo fino e inteligente.