Comedia disparatada, adulta y bastante violenta, dirigida por Taika Waititi y que narra, en formato de falso documental, la historia de unos vampiros que viven compartiendo piso en una mansión de Nueva Zelanda.
La película que parte de una premisa muy original pero tiene, eso sí, muchísimas similitudes con una serie del año 2011 llamada Death Valley. Utiliza el mismo formato de falso documental con los personajes hablando a cámara y todo eso, mismo uso de la violencia explícita (quizás en la serie había más de esto) y humor tremendamente pasado de vueltas y absurdo, repleto de situaciones hilarantes y surrealistas por doquier.
Debo decir que, en mi caso, no he conseguido entrar en su tipo de humor. Le valoro la originalidad y la intención y de ahí mi nota pero, sinceramente, prácticamente no ha conseguido arrancarme ninguna risa y eso, en una comedia, es un hándicap muy grande para mi en el momento de poner una nota (en cambio, la serie que os mencionaba anteriormente, para que tengáis una referencia con la que comparar esta peli, si consiguió que me riese bastantes veces).
No hay mucho más que decir, quizás haya sido yo, o quizás no conecto tanto con el humor de Taika en esta peli como si lo hago en otras pelis posteriores, pero la cuestión es esa, yo no he acabado de entrar en la cinta.