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Voto de Quique Martín:
9
Drama Tras una infancia traumática, y tras aparecer en los años cuarenta en las portadas de unas cuantas revistas y calendarios, la atractiva joven Norma Jeane se convierte en actriz en el Hollywood de los años cincuenta. Pronto se volverá mundialmente famosa con el nombre artístico de 'Marilyn Monroe', convirtiéndose en el mayor sex-symbol del planeta. Pero sus aclamadas apariciones en la pantalla contrastan con los problemas amorosos, la ... [+]
27 de septiembre de 2022
19 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
No creo que sorprenda a nadie si digo que Marilyn Monroe es una de las grandes personalidades norteamericanas del siglo pasado. Y que su figura, de la que se ha escrito mucho y se ha hablado aún más, ha estado siempre envuelta en multitud de teorías loquísimas, análisis exhaustivos de su vida privada y multitud de lecturas e interpretaciones sobre el porqué de algunas de sus acciones. No considero que esté capacitado para discernir si lo que vemos en esta película es completamente real o está pasado bajo el prisma del director y guionista de la cinta (el cual se basa en un libro homónimo). Por lo tanto, asumiré como cierta esta versión para mi análisis (o, simplemente, como parte de la película que nos quieren contar) y no entraré a valorar si esto o aquello es más o menos fidedigno con la realidad.
Una vez aclarado esto, lo que sí puedo decir es que yo he salido del cine absolutamente extasiado por el peliculón que me parece Blonde y profundamente triste por la historia de vida que hay en los 166 minutos de metraje. Duración que podría parecer, a priori, excesiva pero que a mí se me ha pasado en un suspiro.

Y es que si algo tiene esta película, que llegará a nuestras pantallas de la mano de Netflix el 28 de septiembre, es un halo de absoluta tristeza rodeándola. Tras cada plano, en cada gesto de Ana de Armas (de la que hablaré largo y tendido después) y, especialmente, en el guion la película nos introduce en la cabeza de una Norma Jean absolutamente desbordada. Cada una de sus acciones, desde los primeros años de vida, están completamente influenciadas por unas circunstancias vitales muy complicadas y por un sistema que se aprovecho de su figura todo lo que pudo convirtiéndola en una Sex symbol mundial para acabar vaciándola por completo después.

La película creo que plasma perfectamente lo que había en la cabeza de Norma y lo hace con una enorme brillantez. El guion está al servicio del mensaje y el director es capaz de crear escenas bellísimas donde vemos ese prácticamente desdoblamiento de la personalidad de la artista. Sus cambios de humor, esa forma de hablar de Marilyn Monroe como si fuese otra persona y la representación de los momentos más complicados de su vida está tan bien hecha que duele. Y nosotros solo estamos asistiendo, desde fuera, a todo ello. No quiero ni imaginar lo que debió ser vivir lo que vivió el personaje. Y uno se plantea como alguien que estaba tan arriba, con tantísimos seguidores y con tantos adoradores pudo tener una vida tan profundamente triste y dura como la que se ve aquí. La cinta es, en cierta medida, un viaje a lo más oscuro de Hollywood y ahí es donde mejor funciona.

En cualquier caso, y en términos más generales la película se basa en dos pilares fundamentales: La dirección loquísima de un Andrew Dominik absolutamente desatado y en Ana de Armas.
El director prueba muchas cosas y casi todas le salen bien. Planos imposibles, cambios del blanco y negro al color, representaciones de escenas míticas de la actriz, y una narración que da “saltos” de momento icónico a momento icónico haciendo que, quizá, a algunos espectadores pueda hacérsele cuesta arriba tanto ajetreo y tanto uso de la elipsis. Huelga decir, eso sí, que la cinta cuenta con una banda sonora preciosa que ayuda a dar fuerza al mensaje y que el director utiliza con acierto en multitud de momentos.
El segundo pilar fundamental es Ana de Armas que hace el, de momento, mejor papel de su carrera.
Ana de Armas es Norma Jean. Ana de Armas es Marilyn Monroe. Y Ana de Armas es lo que ella quiera ser. No solo por una caracterización tan bien realizada que parece que veamos a un fantasma en algunos momentos. Sino por un trabajo actoral enorme.
Su capacidad para pasar de ser una absoluta estrella que brilla con luz propia en los momentos luminosos para, en el plano siguiente, convertirse en alguien absolutamente destrozado cuando el largometraje aborda los momentos más duros es una auténtica maravilla que demuestra el enorme talento de la actriz cubana. Maneja todos los registros con una solvencia apabullante y se la ve tremendamente cómoda en todos ellos. Si de esta película no sale convertida en una estrella de Hollywood, quedaré tremendamente sorprendido y un poquito indignado, dicho sea de paso. Es más, no me sorprendería que se alce con la estatuilla dorada en primavera si Blanchet y el resto de competidoras no se lo impiden.

En definitiva, y por no extenderme mucho más. Creo que Blonde es una película muy dura, arriesgada en la concepción de sus imágenes, y con una actuación femenina tan portentosa que quedará para el recuerdo. Es posible que algunos espectadores se sientan alejados de ella, al ser una película tan peculiar y tan alejada de los típicos biopics que suele hacer Hollywood. Pero, desde luego, no me cabe duda que los que compren la forma en que está narrada y entren en sus bellas imágenes, van a adorar a esta cinta y a su portentosa y talentosa protagonista.

Twitter: @QuiqueMartin27, colaborador de Mundoplustv
Quique Martín
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