Biopic sobre Jackie Kennedy centrado, casi exclusivamente, en los días posteriores a la muerte de JFK.

El biopic, hay que decir, que realmente es de ella. Cuando la empecé a ver tenía miedo de que todo fuese una excusa para hablarnos de la muerte de JFK, teorías y mitos de la misma pero, para mi sorpresa, todo se centra en ella y prácticamente no se mete en nada relacionado con la muerte más allá de su afectación en la vida de su viuda y sus hijos/as.

La cinta nos va desgranando poco a poco cómo Jackie pasa de un estado de absoluto shock a asumir la realidad de lo que acaba de ocurrir y el vuelco que va a dar su vida de ahora en adelante.
Todo ello lo hace con una maravillosa Natalie Portman que está esplendida cómo siempre y que es la mayor valedora de todo el largometraje. Y con unos recursos auditivos y visuales que hacen que parezca que esa primera parte de la cinta estemos cómo en una especie de "sueño". Hay una sensación de irrealidad que se plasma en cada plano muy potente.

Hay que decir, eso sí, que creo que la peli se queda en muchos momentos a medio gas. Es cierto que hay un tono que impregna las imágenes y los diálogos de luto y duelo, y que está bien retratado. Pero creo que a veces cae en el error de volverse demasiado fría y, al menos a mí, me ha alejado un poco de la empatía que debería generarme Jackie, una mujer que está sufriendo un absoluto infierno.

En definitiva, creo que esta peli tiene muy buenas ideas y está bien ejecutada en algunos puntos, pero que no acaba de acertar en otros dejándolo todo en manos de Portman para que salve los muebles. Una pena, podría haber sido algo mucho más grande.