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España España · Oviedo
Voto de babayu:
5
Drama Alemania, 1943. Los nazis se proponen eliminar definitivamente a todos los judíos de Berlín. Más de 70.000 ya han sido deportados. En abril de 1943 sale de la estación de Grunewald hacia Auschwitz un tren con 688 judíos. Durante seis días, los pasajeros tendrán que sufrir calor, hambre y sed. En su desesperación, algunos intentan huir; entre ellos, Henry (Gedeon Burkhard), Lea (Lale Yavas) y Ruth (Sibel Kekilli). Pero el tiempo apremia ... [+]
1 de agosto de 2008
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El último tren...

¿Cuántas veces decimos en nuestra vida cotidiana "has dejado pasar el último tren", "debes coger el último tren", "el tren pasa una vez"? Estas frases, que normalmente anuncian algo positivo, una esperanza, un cambio, etc, a las personas retratadas en la película les supuso la muerte, la tortura, la desesperación...
Ese último de tantos trenes a Auschwitz, que sólo sirvieron para constatar cuán inhumanos podemos ser los humanos, cómo la sinrazón y la barbarie anidan en lo más profundo de nuestros corazones...
Es difícil ver esto desde un punto de vista del espectador de una película, pero considero necesario cada cierto tiempo que el cine nos castigue con la visión de estas cosas, porque nunca se deben olvidar.
Bordeando lo escabroso del argumento, pienso que se podría haber hecho mejor esta peli: el guión se centra en el sufrimiento, el miedo y la crueldad implícitas en ese microcosmos claustrofóbico, el vagón, pero no arriesga en adentrarse en otros terrenos apenas sugeridos, como las dudas entre los alemanes acerca de lo que estaban haciendo, el mirar para otro lado de los que veían pasar el tren, la insolidaridad y las miserias humanas que aparecen en estas situaciones extremas, etc. Quiero decir, el dramatismo de lo que se nos cuenta no sirve para hacer una buena película, si no está rodada adecuadamente, y en ésta hay demasiados fallos de guión: no se entiende bien por qué si han logrado abrir la ventana no continúan con los intentos de fuga, si ya saben que lo más probable es que mueran antes de llegar a su destino.
Los recursos narrativos son a veces demasiado repetitivos: se reiteran las escenas de los judíos pidiendo agua, del sacerdote rezando, los niños llorando, etc. Creo que se insiste demasiado en el dolor de los prisioneros en vez de intentar sensibilizar más sutilmente al espectador.
babayu
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