El estreno de Park Chan-wook en EEUU me ha sorprendido, no por el buen hacer del director, que ya lo esperaba, sino porque para ser una producción americana se nota que ha mantenido su forma tan personal de entender el cine. Tiene una tensión erótica algo enfermiza, la muerte siempre presente, un cuidado total de los detalles y por la fotografía.

Mia Wasikowska sobresale por encima del resto del pequeño reparto. La historia tiene pocas sorpresas y suena a ya vista, pero el jugar con el "gusto" por la sangre y la muerte, más el apellido Stoker y que la anterior película de Park Chan-wook fue "Thirst", pues hace que podamos confundirnos durante unos minutos. La película se sostiene por el buen hacer del director y la gran tensión sexual entre los 3 protagonistas, la escena del piano a 4 manos es muy buena.

Eso si, no estamos ante una gran película, ya que el guión esta poco trabajado y quizás le falta darle algo de protagonismo a algún secundario, pero estos puntos negativos son compensandos con creces por sus virtudes.

Espero que Park Chan-wook siga dirigiendo muchas películas con su estilo.