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España España · Málaga
Voto de Kaori:
4
Aventuras. Acción Inglaterra, siglo XIII. Robin Longstride (Russell Crowe), un magnífico arquero que ha luchado en las Cruzadas al servicio del rey Ricardo Corazón de León (Danny Huston), vuelve de Tierra Santa luchando contra los franceses y saqueando poblados. Cuando Ricardo muere alcanzado por una flecha, Robin se traslada a Nottingham para cumplir una promesa que hizo a Sir Robert Loxley (Douglas Hodge) antes de morir: llevar su espada a su padre, ... [+]
1 de marzo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gracias, Ridley, por triturar otra leyenda. Gracias por despedazar, denigrar y manipular un mito que lleva siglos siendo héroe de jóvenes y mayores. Gracias por destruir (y ya van dos) los valores caballerescos y el amor cortés. Y gracias por emporcar nuestra cultura europea y contribuir a la bajeza de espíritu y de ideales. Gracias.

Porque dudo mucho que un muchacho que se encuentre con esta revisión de Robin Hood se sienta motivado a hacer algo grande, y seguro que el personaje no se convierte en su ídolo. Sinceramente, viendo «Robin Hood» entran ganas, primero de bañarse, y segundo de hacer una guerra a Ridley Scott, a ver si a base de palos recuerda lo que un día fue e hizo. Es doloroso ver lo que han hecho con el personaje, que ahora es un plebeyo de padre desconocido (aunque luego le conoceremos, por desgracia) sin principios, burdo, basto, sin épica, sin ética, sin nada. El príncipe de los ladrones queda reducido a un vulgar impostor con una no menos vulgar Lady Marion, una señora muy seria que trabaja mucho en el campo. Y esto, ¿pa’ qué?

Para nada bueno, sin duda. La película entretener, sí que más o menos entretiene, y mi recomendación es que pensemos que no es Robin Hood y que no tiene nada que ver con él. Quizá así sintamos mayor simpatía por sus intrascendentes aventuras dignas de novelucha romántica de saldo, en compañía de su arco, que apenas usa. Al final de todo, entre ingleses, franceses y Cartas Magnas de inspiración democrática, que es mucho más políticamente correcto que rendir pleitesía a Su Majestad Ricardo Corazón de León (de pena el Ricardo de esta versión), se llega a una mega batalla junto al mar. Pero, claro, a mi todas las batallas, a estas alturas, me parecen iguales. Y el monólogo final de Marion es patético, y no me preguntéis exactamente por qué, pero así lo sentí: «El bosque es amigo de los forajidos... Todos comemos de la mesa de la naturaleza...» Repipis.

Morralla moderna con cero carisma. Si no hubiese leído «Ivanhoe» ni hubiera visto la «Robin Hood» de Kevin Costner, quizá le hubiera encontrado más brío. Como no es así, me deja indiferente.
Kaori
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