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España España · Málaga
Voto de Kaori:
8
Drama. Acción Segunda Guerra Mundial, año 1943. El comandante del campo de concentración de Gensdorff (Max von Sydow), que antes de la guerra había formado parte de la selección alemana de fútbol, se interesa por un grupo de prisioneros que practica este deporte. Se le ocurre entonces la idea de organizar un partido en el que se enfrenten una selección alemana y una selección formada por prisioneros de guerra. Aunque al principio los aliados rechazan ... [+]
18 de octubre de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película enmarcada en la segunda guerra mundial, dentro de un campo de concentración para oficiales. Una película donde hay buen fútbol. Una película dirigida por John Huston en 1981. Una película protagonizada por Michael Caine, un Sylvester Stallone hecho puro músculo y un buen número de fultbolistas profesionales, entre ellos Pelé. Con estos condimentos, ¿puede salir mal?

Yo diría que no, y de ahí que tengamos «Evasión o victoria», una cinta inclasificable en un solo género cinematográfico y que más bien entraría en la categoría de «genialidad», porque viéndola te lo pasas genial. Nada desentona, excepto quizá las interpretaciones de los jugadores, a quienes, moviendo los pies como los mueven, tampoco vamos a pedirles que sean como Max von Sydow, haciendo de buen alemán; o los ingleses, para mis los mejores por su irrepetible estilo y expresividad, Daniel Massey (Coronel Waldron), Julian Curry (Shurlock) y, por supuestísimo, Michael Caine, en el papel del inolvidable Colby, capitán y futbolista que lleva a un equipo de prisioneros de todas las nacionalidades y territorios a la máxima victoria: la de la dignidad.

El drama sólo se toca por encima, aunque está ahí latente y con grandes momentos, como la llegada de los prisioneros de la Europa del este, trama preciosa y emotiva que, de haber sido otro tipo de película, debería haberla protagonizado. Sea como sea, la historia, conectada y planteada de forma irreprochable, nos dirige hacia un partido de fútbol contra el Nazismo que es ya mítico y que logra levantarnos del asiento, vibrantes de emoción. ¿Quién dice que un deporte no puede ser épico? Lo es, claro que lo es.

Los penaltis no volverán a verse igual, y hasta la Marsellesa suena distinta con este espíritu y estas voces. Cosas del buen Cine.
Kaori
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