Haz click aquí para copiar la URL
España España · Málaga
Voto de Kaori:
7
Bélico. Drama Inspirada en la autobiografía de Ron Kovic. Segunda parte de la trilogía sobre Vietnam: muestra la historia de un joven que se alista como voluntario para ir a la guerra, convencido de que defender a su país es la mejor manera de demostrarle su amor. Pero sus convicciones cambiarán radicalmente cuando regrese como veterano de guerra, postrado en una silla de ruedas y atendido en un cochambroso hospital. (FILMAFFINITY)
1 de noviembre de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya temita este de la guerra de Vietnam. Bueno, realmente el de todas las guerras. Stone parece tenerlo claro. Y si uno se encuentra en su casa tan tranquilo y le preguntan si está dispuesto a que el hijo, el marido o el hermano arriesgue su vida en un campo de batalla, encima extranjero, en pos de un idea, cualquier idea, quizá también lo tendríamos igual de claro. Sin embargo, puede que si le preguntásemos a ese extranjero cuyo país está inmerso en una contienda fratricida, entre dos bandos que para él sí implican enormes diferencias, a lo mejor su visión sería muy clara, pero en el otro sentido. Partiendo de que ningún acto de violencia es deseable, decir que la guerra es absurda, ¿no es relativo? La de Vietnam fue absurda, ¿para quién? ¿Para los vietnamitas del Sur? ¿Para los refugiados y exiliados tras la guerra?

Oliver Stone dirige con su inconfundible maestría «Nacido el 4 de julio», drama intenso aunque politizado de manera innecesaria. Porque lo que importa aquí no es la conclusión pacifista, la políticamente correcta, sino la otra, la humana, la social, la verdaderamente incisiva. Cada vez que lo pienso, más sensible, sobrecogedora y bella me parece esta historia, la de Ron Kovic, la de ese muchacho ambicioso, deportista y con un futuro prometedor en todos los ámbitos de la vida, que se emboba con la guerra y termina en una silla de ruedas, totalmente perdido. Stone se encarga de recalcarnos esta contraposición desde el primer minuto de metraje, con una cámara delicada y en movimiento que nos presenta a un admirado Ron que salta, pelea, practica baseball, juega y corre bajo la lluvia. Puede que si «Nacido el 4 de julio» no estuviera basada en una biografía, la película hubiera tenido la libertad de centrarse en ese recorrido de derrotas, valores a los que aferrarse, amores destrozados y sueños que no volverán, idea que, aunque presente, no parece interesar tanto como el compromiso antibélico de Ron.

Aún con todo, Stone incluye diálogos y escenas para el recuerdo en relación al regreso al hogar tras el trauma de una guerra, con flashbacks sonoros inigualables y una Guerra de Vietnam con colores propios y soldados que mueren iluminados de sol. El «realismo», eso que tanto gusta y se valora (pero, al parecer, cuanto más chusco y sucio se sea), no va en disputa con el concepto artístico, y así un hombre puede caer herido de la forma más poética posible al mismo tiempo que su boca se encharca de sangre. Además, Stone ha conseguido que el «Moon River» lo asociemos a esta película, a este baile, a esta pareja de enamorados, y a nadie más. Gracias, Stone, la canción lo merecía.

Película impactante, dura y con tramos irregulares y discutibles, como la parte final, pero igualmente meritoria. Tom Cruise y Stone arrebatan.
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow