Así es. A poco que nos fijemos descubrimos que, si el universo femenino tiene amplios y sólidos lazos sociales, el masculino es solitario y gris. Obsérvese que ellos, los hombres, ni tienen amigos ni esas inquietudes tan profundas que mantienen en vilo a estas cuatros fantásticas en el Nueva York de nuestro tiempo.

Ellos son apéndices de nuestras chicas; están en el mundo en tanto tienen o no tienen relación con ellas. No hablan ni se comunican con otra gente que no sean ellas; y si piensan, no sabemos lo que piensan, ni tampoco lo que sienten. Vale que «Sexo en Nueva York» sea una historia de mujeres; pero lo que no vale es poner a unos "antagónicos" con tan poca perspectiva. Es como hacerse trampas al solitario.

Cuanta superficialidad y vulgaridad, por favor; porque no son ni elegantes, ni tienen estilo, y casi diría que ni educación. Esa forma de chillar, de espiar por las ventanas al vecino de al lado, de ir a la playa con tacones y al supermercado con el último modelito... es ofensivo. Porque el problema no es que sean ricas y se gasten el dinero; el problema es que son ricas, se gastan el dinero y presumen constantemente de esa riqueza y de ese lujo que es el peor de todos: el lujo sin personalidad ni humildad. Sólo hay que verlas cómo tratan a la gente, a los empleados por ejemplo de cualquier restaurante u hotel. Un horror.

Si estas son las mujeres del siglo veintiuno, yo las rechazo. Si estos son los modelos que la modernidad nos propone, yo los rechazo. Mujeres que van dando tumbos de cama en cama, hipócritas en tanto a las relaciones personales (¿ahora resulta que el final feliz es casarse, como en los cuentos tradicionales? ¿En qué quedamos?) y tan independientes que ni familia tienen. Porque, claro, se ve que tener un hermano o un padre es de otros tiempos. Menos mal que yo pertenezco al siglo veinte.

Dicho todo esto, añado que la película tiene su gracia. Te ríes sobretodo con las paranoias de Samantha, la única realmente coherente con ella misma y su forma de vida. Además, si no te tomas nada en serio, se hace mucho más digerible. Sólo recomendable para seguidores de la serie. Para el resto, totalmente prescindible.