El problema de esta película es que tanto en el trailer como en su sipnosis se vende como cinta de terror y no lo es. Se trata de un drama familiar con toques de suspense. El mal enfoque dado provoca críticas tan feroces como las que tiene. De terror o suspense hay, siendo generoso, unos 10 minutos. El resto es una historia donde se mezcla religión, un hijo con problemas, una familia destruida, alcohol, catetos y la oscuridad de una mina. Y todo ello no está bien contado. Hay escenas que no tienen ni pies ni cabeza. Las reacciones de los protagonistas muchas veces no se entienden (pasan del odio al amor en un instante sin que nada haya sucedido), y hay también personajes que aparecen y desaparecen y a nadie le importan.

Tenía buena pinta pero acabó siendo una total decepción.