Lo que más me ha gustado de esta película ha sido, sin duda, que aporta un discurso nuevo a las películas de temática homosexual. Introduce la discusión de cuestionar la "normalidad". Hasta ahora, todas las películas de este estilo que he visto ahondan en que los gays pueden llevar la misma vida que los heterosexuales. Lo que Glen nos cuenta a lo largo de la película, es la historia de que vivir de una forma diferente es posible, y que igualmente se puede ser feliz.

Por otra parte, me encanta el ritmo dela película, yendo a lo importante sin detenerse en florituras (pese a escenas preciosas, que también las hay).

En definitiva: totalmente recomendada.