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Voto de TXEMAZIUS:
5
4,8
5.753
Terror
Clyde y Stephanie Brenek no ven motivo de alarma en la extraña obsesión de su hija, Em, por una caja antigua de madera que ha comprado de segunda mano. Pero cuando su comportamiento se vuelve agresivo, la pareja empieza a temerse que haya una presencia maléfica entre ellos. (FILMAFFINITY)
1 de abril de 2024
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Desde que en el ya lejano año 1973 viese la luz la ya legendaria "The Exorcist", la lista de producciones referentes a posesiones demoníacas, es realmente inacabable. Los resultados han sido bastante desiguales, aunque el listón legado por Friedkin y su The Exorcist jamás ha sido superado, y pienso honestamente que nunca lo será.
Ello no implica que se hayan podido realizar productos notables. Recientemente he tenido la ocasión de visionar "El Exorcista de Dios", y aunque seguramente sea considerada como una producción menor, lo cierto es que no había sentido ese impacto, esa sensación de sentirme conmovido, desde la película de Friedkin.
Esta que nos ocupa, no puedo considerarla como una película de gran registro. Pero cuando menos intenta introducir algún aspecto novedoso. El hecho de hacer partícipe al Judaísmo, con sus peculiaridades a la hora de afrontar los casos de exorcismo, puede resultar interesante. Siempre hemos interiorizado el exorcismo desde una perspectiva Cristiana, especialmente Católica.
Bien, la película producida por Sam Raimi y dirigida por el Danés Ole Bornedal, puede resultar atractiva. La historia se narra de manera ágil, sin excesos, ya que la película no recurre apenas a los efectos especiales. Muy bien llevada por ese buen intérprete que es Jeffrey Dean Morgan, como el sufrido Clyde. Muy buen trabajo de la joven actriz canadiense Natasha Calis como la poseída Em.
Ello no implica que se hayan podido realizar productos notables. Recientemente he tenido la ocasión de visionar "El Exorcista de Dios", y aunque seguramente sea considerada como una producción menor, lo cierto es que no había sentido ese impacto, esa sensación de sentirme conmovido, desde la película de Friedkin.
Esta que nos ocupa, no puedo considerarla como una película de gran registro. Pero cuando menos intenta introducir algún aspecto novedoso. El hecho de hacer partícipe al Judaísmo, con sus peculiaridades a la hora de afrontar los casos de exorcismo, puede resultar interesante. Siempre hemos interiorizado el exorcismo desde una perspectiva Cristiana, especialmente Católica.
Bien, la película producida por Sam Raimi y dirigida por el Danés Ole Bornedal, puede resultar atractiva. La historia se narra de manera ágil, sin excesos, ya que la película no recurre apenas a los efectos especiales. Muy bien llevada por ese buen intérprete que es Jeffrey Dean Morgan, como el sufrido Clyde. Muy buen trabajo de la joven actriz canadiense Natasha Calis como la poseída Em.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El guion de The Possession cumple con el perfil, ya clásico, en cantidad y cantidad de producciones de toda índole.
Clyde (Jeffrey Dean Morgan), un padre defenestrado y maltratado por sus insoportables hijas, por su aún más insoportable ex mujer, incluso por el mismísimo nuevo querido de ella. Clyde intenta rehacer su vida y reconducir la relación con sus dos hijas, intentando satisfacerlas en la medida de lo posible.
Una siniestra reliquia proveniente de la mística religiosa judaica, adquirida para satisfacer a su joven hija Em. El cofre desencadenará una serie de eventos, incluyendo la completa posesión demoniaca de la niña.
Clyde, comenzará una carrera contra el reloj para interpretar y encontrar la solución que pueda salvar a la niña, abocada irremediablemente a la muerte. Tendrá que lidiar en primer lugar, con el desprecio y la denuncias judiciales interpuestas por su ex mujer y por la indiferencia de su hija mayor. Pero su tenacidad se verá recompensada, al conseguir involucrar a un núcleo de sabios rabinos que le darán respuestas, junto con las posibles soluciones para liberar a su niña, del maléfico demonio que la poseía.
Lo cierto es que Em mola mucho más como poseída que en su estado natural. Impagable la ortodoncia a la que Em somete a Brett (Grant Show), el nuevo querido de Stephanie (Kyra Sedgwick).
La niña consigue liberarse de la posesión gracias al tesón, al amor, de Clyde por su hija Em. Un buen hombre y un gran padre.
Clyde (Jeffrey Dean Morgan), un padre defenestrado y maltratado por sus insoportables hijas, por su aún más insoportable ex mujer, incluso por el mismísimo nuevo querido de ella. Clyde intenta rehacer su vida y reconducir la relación con sus dos hijas, intentando satisfacerlas en la medida de lo posible.
Una siniestra reliquia proveniente de la mística religiosa judaica, adquirida para satisfacer a su joven hija Em. El cofre desencadenará una serie de eventos, incluyendo la completa posesión demoniaca de la niña.
Clyde, comenzará una carrera contra el reloj para interpretar y encontrar la solución que pueda salvar a la niña, abocada irremediablemente a la muerte. Tendrá que lidiar en primer lugar, con el desprecio y la denuncias judiciales interpuestas por su ex mujer y por la indiferencia de su hija mayor. Pero su tenacidad se verá recompensada, al conseguir involucrar a un núcleo de sabios rabinos que le darán respuestas, junto con las posibles soluciones para liberar a su niña, del maléfico demonio que la poseía.
Lo cierto es que Em mola mucho más como poseída que en su estado natural. Impagable la ortodoncia a la que Em somete a Brett (Grant Show), el nuevo querido de Stephanie (Kyra Sedgwick).
La niña consigue liberarse de la posesión gracias al tesón, al amor, de Clyde por su hija Em. Un buen hombre y un gran padre.