Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de rasmon:
7
Drama. Romance Cuando el escritor Mateo Blanco (Lluís Homar) viajaba con Lena (Penélope Cruz), la mujer de su vida, sufrió un accidente de coche que lo dejó ciego. Harry Caine es el pseudónimo con el que firma sus trabajos literarios. Como director de cine usa, en cambio, su nombre real. Harry Caine vive de los guiones que escribe gracias a la ayuda de Judit García (Portillo), su antigua y fiel directora de producción, y de Diego (Tamar Novas), el ... [+]
19 de marzo de 2009
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras ver la última película de Almodóvar, Los abrazos rotos, me quede con una sensación extraña. Por un lado sabía que acababa de acudir a ver una película con una sensibilidad especial, un lenguaje de autor y en general un rompecabezas de vivencias personales y ficticias que se me escapaba, con lo que me sentía superado ya que era incapaz de entender cuál era el mensaje de la película. Por otro lado me había fascinado, su música, sus imágenes y fotografía, y como no, esos personajes encabezados por Lluís Homar y Penélope Cruz, por lo que era incapaz de dejar de pensar en ella. Me había trasmitido toda una serie de sentimientos vitales, en los que el denominador común era la aventura de vivir.

Partiendo de esta última sensación, comencé a ver ciertos mensajes en su película. La película tiene un fuerte contenido de homenaje al cine, muy habitual en su trayectoria, pero esta vez, este aspecto cobra mayor fuerza ya que nos habla del universo en el que se mueven los personajes: un universo marcado por la ficción, en el que el protagonista se ve obligado a elegir entre el amor y el cine. Almodóvar crea un abanico de personajes al más estilo Techiné: tenemos buenos y malos, personajes que nos muestran lo más inocente y puro del ser humano, y personajes marcados por la ambición, la codicia y el ansia de poseer, bajo la mirada de un director ciego que vive de las imágenes, y que se sumerge en el túnel de la vida, como muchos de sus anteriores personajes, sin miedo a que la vida le pinche y salpique, solo alcanzando al final un entendimiento de su existencia, de la condición humana y de su capacidad de amar, a veces no tan suficiente, frente a ese monstruo maravillosos que es el cine, porque como dice el personaje principal, al final lo que queda es la película, y eso por un lado es triste, pero por otro nos llena de esperanza.
rasmon
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow