Cronenberg, tú molas, y lo sabes. Has sido capaz de mezclar bien lo fantástico, lo onírico y lo terrorífico. Has sido, que yo recuerde, el único director que ha creado una obra sin sentido aparente, y he llegado a considerar grande. Cierto es que también has tenido algún desliz al combinar lo real y lo onírico del modo más extraño, pero por el resto de tus películas te perdono. Y ahora he descubierto una nueva faceta tuya: la más realista. Con Viggo Mortensen, has hecho ya dos filmes que te acreditan como un director con talento. No eres un tipo sobrevalorado, no. No eres sólo apto para modernillos, no. Esta nueva faceta tuya (lo siento, no he visto "M. Butterfly" para comprobar si ya lo hiciste antes), es la que te acredita como uno de los grandes. Un cine más accesible para todos los públicos, sin necesidad de que tengamos que estrujarnos los sesos para averiguar qué carajo no estás contando.

Pero no has perdido personalidad. Eres visceral. La violencia contenida impresiona, pues aunque escasa en tiempo, cuando hace acto de presencia, por dios que resulta realmente violenta, cruda y, por qué no decirlo, atrayentemente gratuita (me encanta que se nos muestre «porque sí» un corte que ya se intuía, es en verdad grande). Sacas el provecho de cada uno de los 100 minutos que dura (muchos otros, en una hora más, cuentan menos y peor). Relucen las interpretaciones, sobre todo las de Mortensen y Cassel, y destacando negativamente al personaje de Naomi Watts, sólo por lo desaprovechado que está la mayor parte del tiempo. En casi ningún momento se la ve en verdadero peligro. La banda sonora de Howard Shore, como siempre, acompaña a la perfección sin que existan piezas musicales que a la primera de cambio no quieras dejar de escuchar. Y la fotografía, oscura, te mete desde el primer minuto en ese ambiente hostil y traicionero.

Pero si tengo que destacar algo por encima del resto (además de la escena de la sauna), es, sin duda, el guión. Aparte de por algunos diálogos y frases (las de Nikolai, trivializando la violencia soberbiamente, y capaces de provocar el descojone a la vez que el estremecimiento por lo gráfico de las escenas, son impagables), está un desarrollo de la historia realmente genial. Sin necesidad de meternos en líos temporales, sino siguiendo una linealidad cronológica total, el filme consigue resultar impredecible. Uno no sabe (o no quiere saber, por lo mucho que le ha atrapado la cinta), rumbo tomará ahora la trama, con qué te sorprenderán. Te lo agradezco enormemente, en serio, me encanta no saber lo que va a pasar a continuación. Vale, hay alguna situación un poco absurda y tal, pero lo cierto es que, dentro del conjunto final, no se perdona sino que, directamente, se obvia.

Total, que has hecho una gran peli sobre la mafia y todos esos temas tan interesantes. Violenta, dramática, intensa, sin concesiones. Muy Cronenberg, más accesible y realista, pero no por ello peor de aquello a lo que nos tenías acostumbrado.