Aceptable pero desaprovechada película francesa, a la que se le podría haber sacado mucho más jugo de no ser por un guión algo incongruente y unos personajes que, en ningún momento, no llegan a cuadrar ni mostrar sus auténticas motivaciones. Aun y así, posee un par de momentos maravillosamente ideados y genialmente sensibles, que le hacen ganar bastantes enteros en el terreno en el cual juega, un drama intimista sobre un personaje sencillo y afectivo pero demasiado impulsivo en ocasiones.

Su historia resulta ser un relato tierno y jugoso, en el cual conoce a una muchacha con la cual entablará una relación de apreció y afecto, aunque cada uno por motivos bastante distintos. Por otro lado, también se nos muestra los problemas que tiene con su padre, al cual visita semanalmente para intentar ofrecerle más de lo que parece merecer.

Podría haber sido una crónica frágil y delicada, y en realidad lo es, pero sólo en determinados momentos, podría haberse profundizado más en cosas que, simplemente son mencionadas dentro de la vida del protagonista, pero son dejadas atrás sin parecer tener demasiada importancia, sin embargo, se opta por un retrato bastante ligero, llevado con soltura, pero carente del suficiente peso emocional y dramático como para llegar a otorgar más de lo que verdaderamente se ve en pantalla.

Tampoco funcionan determinados personajes, unos por ser simples calcos, entrar sólo en momentos puntuales y en situaciones tópicas y otros por no contener una definición adecuada de sus intenciones, además de no hacer comprensibles los motivos por los que actuan. Aun y de ese modo, el resultado final no es malo, simplemente no termina de funcionar con la perspicacia que podría haber funcionado, le faltan más detalles de los que el realizador muestra y da menos de lo que se le pide en un principio. Una verdadera pena desaprovechar una historia de estas características, cuyo principal entramado era mucho más sugestivo de lo que termina pareciendo.