Espléndida película, una comedia romántica con un acertado tono realista y costumbrista, que posee también un punto nostálgico y melancólico. Es una especie de "Grease" más moderno y sin la faceta musical, con un leve toque dramático y con un reparto maravilloso donde todos están bien en su papel. El miedo al compromiso, al amor y al futuro son los temas fundamentales de esta generación de jóvenes con los que nos identificamos.

La película es muy realista, refleja la pura realidad, lo que es la vida misma, las inquietudes y preocupaciones de cualquier persona de esa generación, entre la que me encuentro, jóvenes de casi treinta años de edad. Me parece una película magnífica, que refleja muy bien las difíciles relaciones entre hombres y mujeres, condenados desde siempre a no entenderse, pero a la vez, a no poder vivir el uno sin la otra, y viceversa.

Ted Demme dirige muy bien a los actores, de los que destaco por encima de todos a una prodigiosa Natalie Portman, aquí muy jovencita, de la que he terminado enamorado, y como yo, supongo que cualquier hombre. En definitiva, una película muy agradable de ver, de esas que puedes ver una y otra vez, muy bonita y muy entrañable, con algunos momentos que conmueven y emocionan.