Tiovivo, el sueño del enemigo.
Lo primero que llama la atención es Pesadilla en Elm Street, quién fue antes, el huevo o la gallina, de Guatemala a Guatepeor, o Matrix que andan anticipadamente por ahí pululando como almas que se lleva el diablo, lo segundo es que es terriblemente mala, por todo, por los sueños mal hechos, los personajes de cartón piedra, la trama política de risa, la fotografía, la intriga, la mezcla pobre cutrecilla de andar por casa de guion y técnica que hace de esta película una curiosidad interesante pero atorrante, tremendamente tediosa e inane, simple, hasta ridícula por tonta. Hasta el amorío es ultrasoso y los actores están los pobres tan egregios (lo que nos echen) de (mala) muerte.
Quizás lo mejor o único bueno sea ver la guapura de la Capshaw tan joven y el descojono que se traen con el bicho ese sacado de una tienda de derribo, veinte por un euro y te como los morros en directo si te los llevas todos, hermoso. En fin, un el castañazo de padre y muy señor mío.