En el proletariado, hombro con hombro, está la respuesta, no en el viento, claro, no es la boba blanda aristocracia que de nada la lerda se entera, el último magnate, un ciudadano ejemplar, aunque tenga siempre las mejores intenciones da pena anda en babia y todas las personas, da igual condición, clase, religión, sexo, raza, rango, son la mar de buenas, oceánicas, película falsa fabulosa sencilla esmerada perfecta que emociona y llora. El chaval es un pimpollo y el protagonista es de moral de superhéroe, hasta para morir hay que tener clase, para eso no vale cualquiera que lo estropea, el momento cumbre, cántame, no me salves, no me ates (los machos), libera(me)(te), deja(lo) ir, estar, el creador tiene otro planes pa ti.
La larva agusanada se convierte en mariposa. El cretino hace carne cuaja, se vuelve casi de repente hombre. Reza. Jasmina.
Dios me guía y yo manejo.
Salvo un pequeño bache o bajón un poco a eso de la mitad de la obra nada más que cuando juegan a las carreras, el resto es crema, nata, baba buena, lograda ascética belleza mineral de gloria llena, tanto cartón piedra, arroba. El doblaje es maravilloso, también, nuestra segunda ya piel.
Lionel Barrymore y John Carradine, qué más decir añadir. Dificil. No hay con qué. Me pongo en pie.