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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
6
Acción 1933. Durante la época de la Gran Depresión, Chaney, un perdedor solitario, se monta en un tren de carga con dirección a Nueva Orleáns. Una vez allí, intenta ganar dinero de la única manera que sabe: con sus puños. Chaney se acerca a un estafador llamado Speed, y le convence de que puede ayudarle a ganar mucho dinero. (FILMAFFINITY)
2 de agosto de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué se le va a hacer.
Está llena de virtudes como panes puramente cinematográficas, los encuadres, el ritmo, la bella nítida fotografía, la mirada, la pausa, la calma, pero también está embutida en una historia de fórmula bien pautada y previsible que le resta fuerza o pegada a pesar de pequeños detalles hermosos, algún plano fabuloso, estáticos especialmente, el médico que no cura ni medica, se lo lleva muerto, a Bronson no le roza ni el viento, las magulladuras son un mito, atrezzo, es bueno, James Coburn (padre de Dafoe, de tal astilla, tal árbol, desgarbado, fibroso, quijotesco, el caballero de la triste figura que por lamérica asoma) es/tá inmenso, el atractivo raro sonado de Ireland, depresión de caballo sublimada por un estoicismo duro, el calvorota es un cachondo (lucha matemática la que sostienen ambos, la cabeza cuadrada del tito Charles versus/contra la octogonal del que siempre ríe manque pierda, sabe que no vale la pena, que todo es broma o joda, una tunda buena se lleva, como a una estera, como aquel gigantón bueno de la mina del jinete pálido, a más grandes, un corazón más de pomelo) y hasta el hecho de que le humanicen a través del sexo y el dinero (aunque poco, ambas cuestiones se las pasa por el forro si se tercia, no depende de nada ni de nadie, es libre como el viento), a un personaje que tiende inevitablemente a salir volando hacia el mismo cielo (es un ángel caído, alguien debió haberle calumniado, qué mala es la envidia, porque sin beberlo ni comerlo fue de una patada mandado a la tierra a purgar un pecado solo imaginado) de puro bueno, que tiene la estatura moral legendaria del hombre sin nombre de Eastwood por poner un ejemplo señero, poco más o menos.
Ya el comienzo es hermoso, promete, prometeo, plano general, el tren que se acerca y cambian a la cara pétrea de Charles que observa, perfecto, que mira al tendido sin mover un solo músculo de la jeta, contempla, asimila, educa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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