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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
6
Aventuras. Drama En la jungla sudamericana, el propietario de una gran plantación (Charlton Heston) decide casarse por correspondencia para tener un hijo que herede su hacienda. A su esposa (Eleanor Parker), recién llegada de Nueva Orleans, no le resultará fácil adaptarse a la brusquedad del marido y a las costumbres de los nativos. Mientras, una terrible plaga de hormigas asesinas amenaza la región... (FILMAFFINITY)
30 de agosto de 2022
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dios mío, las hormigas.
Es muy probablemente la película más tierna y simpática, y con un acusado sentido del humor como ella misma comenta o a él le dice, que hayan visto mis ojos o haya tenido la suerte de echarme al coleto. Una serie b tan chula pochola que nos vuelve a todas locas, más madera.
Tras su fachada de malote machote fachote rompecorazones castigador botarate brutote, se esconde, poco, emerge un alma de cántaro, cándido, un osito de peluche, el eterno adolescente, un nerd, un poetastro un letraherido, un incel, pazguato, un hombre sensible, deconstruido, a su tiempo adelantado, con perspectiva de género incluido, todo lo demás el resto es pose, podrido por el miedo a no encajar en un mundo brutal, asustado, acongojado.
Pero ella lo descubre o cala, sabe, y lo redime, le enseña y libera, le hace ver la luz, el demonio de la carne, el pecado del mundo, el paraíso en la tierra, el verdadero o auténtico placer, la manzana le ofrece, le enseña el milagro del amor de la ciencia la entrepierna, lo que conocen la mujeres, tócala otra vez, Sam.
Una aventura iniciática equinocial sexual. Un zangolotino de padre y muy señor mío que ya frisa los cuarenta y a dos velas. Atormentado, torturado, retenido, reprimido, castrado, la misoginia del hombre solo que no cata, a falta de hembra.
Y el héroe del manantial de Ayn Rand, hecho a sí mismo, todo voluntad y eltismo, que crea un imperio de la nada a su medida, que pone civilización y duro cariño donde solo había miedo el espanto, trasforma el corazón de las tinieblas en una huerta hacienda jardín de las delicias. Es Pedro Paramo en los tiempos imaginarios de Instagram. Un cacique con alma woke. Es Pancho Villa a la inversa. Aunque trata bien a su gente. A sus esclavos los quiere de aquella manera. Padre Padrone. Steve Urkel. Un payaso como él mismo reconoce. Un pobre hombre. Siento lástima. Acomplejado. Abstinente. Ausente. Delicuescente. De mazapán el corazón tiene. Iriscente. Inocente. Anacreonte. Byron en Grecia, al dente. Juego serio. Fitzcarraldo, Tucker, un hombre y su sueño, El Dorado, La costa de los mosquitos.
Y ella es la mujer de las mujeres. Valiente, hermosa, lista, culta, leal, sincera, sensual, servicial, entregada, apasionada, razonable y razonadora, sabia, perfecta, bendita, diosa y ramera, santa, puta, nada le falta ni le queda, úntame, ponme, dame la crema, logra todo lo que se propone, viene del Nueva Orleans de Poe y llega a esta plantación negrera, es Blanche DuBois justo antes de entregar la cuchara, más joven, de caer definitivamente en desgracia, un tranvía llamado deseo.
Juntos construirán el universo desde cero, plano a plano, golpe a golpe, verso a verso.
Hay estupendos hechos y dichos, qué decir de las primeras jugosas conversaciones, pero, claro, yo me quedo de entre todo con un consejo, el que le da heston al partir a explotar la presa a la guerra, a ella, que el agua fluya, corra (no creo que haga falta señalar/recalcar/aclarar el significado poco oculto de todo ello, de ese gesto, semen retentum, venenum est poco más o menos, ni tampoco el de las hormigas, ay Buñuel aka Dalí, que todo lo corroen dícese del sexo que se desparrama explota y todo lo destruye arrasa allá por donde pasa, del fuego, en el cuerpo, en fin, que nada queda en pie, ruinas, las cenizas del amor, títere con cabeza, polvos lodos), toma, la pistola (ejem freud), te doy esta monada homicida para que la utilices cuando entre toda la marabunta o termitera, genial idea, tirita en volcán, matar dinosaurios con tirachinas, unos cuantos tiros bien daos pegaos descerrajaos y el problema arreglao, le indica.
O cuando el gordito de mirada ultravioleta describe admirado/horrorizado el tacticismo militar de los bichos, está claro que querría ser una de ellas, participar de la fiesta en primera persona, formar parte de tan egregio ejército, ser la hormiga atómica.
Eleanor es divina y Cristopher de todos lo santos, vivan los morancos, Charlton Heston es un cachondo. Y el criado es Ben Kingsley y la calavera del negrero es igual a la de la madre de Psicosis todo queda en casa.
Así se acaba una obra de arte, con pudor y grandeza, a la distancia. Viva también George Pal.
Por poderes, La sirena del Misisipi, obligaciones matrimoniales, Los pájaros, Rod Taylor, La máquina del tiempo, Mogambo, Flecha rota, lagarto, lagarto.
Ferdydurke
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