Un hombre bueno es difícil de encontrar.
En Youtube hay muchos vídeos generosos, de gente que da dinero a otros o que les dice que son hermosos, también hay programas de televisión basados en la caridad, en consolar y socorrer a pobre gente, hasta hay una industria boyante, inmensa, al respecto, mucha gente que vive de ayudar a los demás, que vive estupendamente de ese negocio, que obtiene pingües beneficios siendo tan bueno.
Esta película pertenece al genero gore, sentimental, pornografía dura, bestia, la exaltación impúdica de las vísceras sentimentales, latiendo al sol, a pleno pulmón, echando el hígado por la boca. Lo cual no es necesariamente malo. La pornografía también da mucho dinero y hay gente maja que se dedica a ello. Es un excitante o un desahogo. Como la comida. O el sueño. Materia prima. Recursos humanos. La energía que se transforma y da vida.
Es fácil identificarse, todos necesitamos ayuda, en mayor o menor medida, amor, comprensión, cariño, compañía, dinero, una casa, un coche, salud sobre todo, un abrazo, un te quiero, una caricia y un adiós, hermoso, más a menudo, seguro. Dame un Will Smith para mí. O lo contrario tampoco está mal del todo, ir por ahí salvando vidas, haciendo feliz a la gente, por amor al arte, superhéore de la moral, porque te sobra tanto de todo, inteligencia, fuerza, tiempo, capacidad, que lo compartes con los demás.
Es una variación del eterno tema de Jesucristo, que dio la vida por todos nosotros a cambio de nada, también, con la nueva religión, la ciencia, mucho más concretamente la medicina, solo hay que fijarse un poco, si todavía eres escéptico, agnóstico o ateo, en la nueva pandemia, saca tus propias consecuencias o conclusiones de todo ello, quizás piensa, te lo ponen a huevo. Esa medicina que resucita muertos, que multiplica las posibilidades, que convierte un riñón en dos, que es tan dadivosa y exacta, que hace magia, solo hay que creer, tener un poco de fe.