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Voto de Fred Madison:
7
Terror Inspirada en una historia real sucedida en el madrileño barrio de Vallecas en los años 90. Tras hacer una ouija con unas amigas, una adolescente es asediada por aterradoras presencias sobrenaturales que amenazan con hacer daño a toda su familia. (FILMAFFINITY)
27 de agosto de 2017
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Verónica es como un buen monólogo.

Un buen monólogo suelte tratar que encontrar el perfecto paralelismo entre las palabras citadas por el monologista y la vida cotidiana de los espectadores, recreando situaciones familiares y cotidianas, encendiendo ese brillo entusiasta en los ojos del oyente, esa sonrisa expectante al sentirse completamente identificado con las usualmente ficticias o recreadas desventuras del monologista.

De este modo, cuando el lento pero efectivo "build up" cesa y el golpe humorístico aterriza con fuerza en el escenario, las risas hacen temblar los cimientos del teatro, puesto que la linea que separa al espectador del protagonista de las susodichas desventuras se ha ido borrando lentamente a medida que el monólogo iba llegando a su fin.

Verónica es como un buen monólogo: te ubica en un momento, en una década, en una turbia etapa de tu vida basada puramente en sucesivos momentos de maduración, soledad y cambio en términos generales. ¿Como? mediante una canción de "héroes", mediante un vestir, una expresión pérdida en el pasado, un anuncio de televisión sobre cierto producto de limpieza, un kiosko de "el país", y, por último y no por ello menos importantes, aquellos momentos más intimos y solitarios de miradas perdidas al techo de tu habitación en pulcra oscuridad, de silencios reflexivos y ojos ensoñezidos, de sueños a ritmo de tu banda sonora personal.

Verónica, ya desde un punto de vista más cinematográfico y menos sentimental, se trata de una reconcepción de un genero tan infantilmente explotado y mal manejado en la última decáda como es el sorbenatural (orientado hacia la posesión).

Aparantándose con prudeza de esos clichés tan usuales que inundan las salas de cine americanas hoy en día, "verónica", a diferencia del cine de terror basado en el barato y sobre-explotado "jump-scare" de sonidos fuertes y violines "in crechendo" impulsado por productoras tan irregulares como es "blumhouse productions", no engaña descaradamente al espectador con constantes distracciones sonoras y falsos "jump-scares" acompañados por agresivos golpes de BSO: Paco Plaza hace gala de un casi magistral dominio del suspense, aterrando al espectador y suministrándole grandes dosis de adrenalina mediante una narrativa cinematográfica lineal, evitando englobarse en ningún cliché narrativo de género.

Mediante una BSO repleta de synths que evoca a aquellas películas de terror ochenteras que tanto han inspirado a una generación de directores (incluido el propio Plaza), una fotografía meticulosa que atrapa al espectador, y unas actuaciones brillantes que representan un gran cimiento sobre el cual se construye el realismo y la naturalidad (casi propia de una pieza de film social) que tiñe toda la película (destacando a un desternillante y entrañable "Antoñito", la fantástica pareja compuesta por "Rosa" y "Lucia", una primeriza Sandra Escacena como "verónica", la cual hace un gran trabajo soportando el peso de un papel protagonista tan complejo y intrigante, y una ya veterana Ana Torrent, actuando como la mujer que lucha por sus cuatro hijos todos los días, saliendo y llegando a su casa con el sol escondido tras las montañas), Paco Plaza nos demuestra que verónica no es tan solo una película metafórica y semi auto-biográfica sobre la maduración y el sacrificio que esta conlleva...

... nos demuestra que verónica supone la maduración de una filmografía entera.

Gracias, Paco.

7/10
Fred Madison
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