Nunca olvidaremos a Julian, a Poca Luz y sobre todo a Manuel, estos tres chavales junto con su balón han pasado a la historia del celuloide atravesando nuestros corazones casi sin quererlo, casi sin saber lo que nos estaban contando a través de sus ojos. Arbeláez, director y guionista diríase que ha sido elegido por esta historia para que después de 9 años haya podido ver la luz y superar todos los problemas que una cinematografía como la Colombiana, escasa de recursos, conlleva. La guerrilla y el ejercito, las luchas políticas por el poder por encima del pueblo han ocupado muchos telediarios y prensa durante tantos años, siempre como algo lejano, impersonal, "típico" de las dictaduras latinoamericanas y en tan solo hora y media Los colores de la montaña consigue que abramos los ojos y sintamos que los caminos de la vida (como dice la canción final) no son igual para todos. Y entretanto, la risa, la amistad, la importancia de la educación y un mundo rural donde las relaciones para bien y para mal nada tienen que ver con este otro mundo de ciudades donde nos ocultamos.
Excelente planificación y excelente fotografía de Óscar Jiménez. Actores no profesionales con dialectos locales a veces inentendibles a los que se les entiende todo y nos hacen reconciliarnos con el cine, con ese cine que se proyecta directamente en el corazón.
jcelziete.blogspot.com