Xiaolu Guo, prácticamente desconocida para el gran público español, cumplirá el año entrante cuarenta años. Reputada escritora, documentalista, cortometrista, guionista y directora, como otros muchos solo accesibles si algunos de sus trabajos reciben algún premio internacional, como es el caso de esta película que se hizo con el Leopardo de Oro del festival de Locarno.

Guo consigue exactamente lo que se propone: abrir una ventana reciproca al mundo en el que dejemos de ver a China encarnada en un Pekin contemporáneo donde se muestran las injusticias sociales o un reino milenario de emperadores fastuosos, dagas voladoras y filosofías confucianas. La China real de hoy cuyo máximo exponente es su juventud que despierta a una realidad global universal y necesita encontrar su propio lugar, alejados de doctrinas políticas y falsas utopías. Una lucha por la supervivencia donde las reglas deben ser reescritas y cuyo desenlace final aún está por llegar. Estupendo trabajo, no solo circunscrito a la juventud china. Como todos Li Mei encontrará su Itaca particular a base de vivir las experiencias de su propia Odisea. Xiaolu nos invita a acompañarla en parte de ella.