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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
8
Drama. Romance Ambientación del mito griego en el carnaval de Río de Janeiro. La bella Eurídice visita la ciudad brasileña en vísperas de su famoso carnaval, invitada por una prima que vive en los arrabales. Hasta allí llega en un tranvía cuyo conductor, un guitarrista llamado Orfeo, queda prendado de sus encantos. Sin embargo su relación se verá empañada por las sospechas de su celosa novia. (FILMAFFINITY)
26 de junio de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1960 hubo dos películas que prácticamente monopolizaron todos los premios: "Ben-Hur" del afamado William Wyller y este "Orfeo negro" segunda cinta de un habitual ayudante de dirección que daba el salto a la inmortalidad con esta película y que nunca más pudo repetir éxito en su posterior y escueta carrera como director en la que incidió dos veces más en temas brasileños.


El cuarentón Camus andaba durmiendo en las playas para ahorrar del escaso presupuesto que tenía para la película y deambulaba por las calles brasileñas lo que le permitió acercarse más a la idiosincrasia de sus gentes amén de encontrar a su protagonista masculino principal, un futbolista sin experiencia en la actuación.

El mito clásico de Orfeo y Eurídice en la obra teatral del poeta y músico Vinicius de Morales del 54 es la base para esta antítesis explosiva, vital, sensual y colorista de la versión existencialista en blanco y negro que sobre el mismo mito realizó Jean Cocteau en el 50.

Su gran éxito en parte debe ser contextualizado por el carácter "exótico" que un país como Brasil ofrecía para la comunidad internacional, con su carnaval y con músicas como la samba y la bossa nova. La película contribuyó de manera esencial al conocimiento y difusión de ambos, así como de un Brasil que no quedó contento con la película a pesar de financiarla porque decían daba una imagen demasiado folclórica de su país. El que estuviera interpretada exclusivamente por negros también supuso un plus añadido a su impacto. Y aunque bebe más del neorrealismo, los aires de libertad que trajo la nouvelle vague a la que no pertenecía Camus influyeron en la atmósfera propicia para su éxito.

Así pues a estos ingredientes, sobre todo los musicales hay que añadirle la sobresaliente fotografía en color en su momento de Jean Bourgoin, las notables interpretaciones frescas e ingenuas de su elenco no profesional y una brillante dirección de Camus que saca el máximo partido del entorno y sus gentes. El mito pone el contrapunto dramático necesario y todo acaba por encajar. Si acaso un exceso de metraje y cierta reiteración de las escenas del carnaval. Vista con la mirada de hoy aún asombra su vitalidad aunque todo aquello que sorprendió en su momento hoy lo tengamos muy asumido.

cineziete.wordpress.com
ELZIETE
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